Pediatras sugieren adelantar control de presión arterial a los nueve años de edad
<P>Prevalencia de hipertensión infantil pasó de 1,2% a 4,5% en 20 años.</P>
La medición de la estatura junto a la caricatura de una jirafa pegada en el muro con las marcas de los centímetros es, probablemente, el principal recuerdo que muchas personas tienen de sus visitas al pediatra. Casi nadie, especialmente los más adultos, recuerdan que el doctor les haya colocado una banda inflable que por segundos estranguló su brazo. Pero en el futuro, sus hijos sí lo recordarán.
Un equipo de médicos del Hospital Sótero del Río lanzaron la alerta: el control de la presión arterial debe ser practicado como un examen de rutina a todos los niños que visiten la consulta médica. "Nosotros planteamos que el control debiera ser por lo menos a partir de los nueve años. Aunque el niño vaya al médico por un resfrío, debe ser controlada su presión", dice María Elisa Castillo, pediatra de la Universidad Católica y del Sótero del Río y miembro del equipo que formuló la recomendación en el último congreso de la Sociedad Chilena de Pediatría.
Aunque en países como Noruega, Suecia y Finlandia, los pediatras tienen la obligación de controlar la presión de todos los niños que los visitan, las guías médicas del Ministerio de Salud sólo contemplan la medición en personas mayores de 15 años. Entre los menores, el examen se practica sólo en los casos de niños que sufren obesidad, cardiopatías congénitas o hipertensión secundaria, derivada de otras enfermedades ya detectadas.
Pese a esto, algunos centros de salud como el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y la Clínica Alemana ya han incorporado este examen en los controles de rutina de sus pacientes. Castillo dice que su recomendación es la respuesta a un cambio epidemiológico que han experimentado los niños chilenos: en las últimas dos décadas, la prevalencia de hipertensión arterial en niños ha crecido de un 1,4% hasta un 4,5%, es decir, se ha triplicado. Los médicos se han encontrado con niños que ya presentan esta alteración a los ocho años de edad.
Un fenómeno gatillado por los malos hábitos. Los niños menores de 12 años ven, en promedio, tres horas y 53 minutos de televisión al día, mientras dedican solo cinco a seis horas semanales a la realización de actividades físicas. A esto se suma un estudio del Inta, que mostró que un 30% de los niños chilenos tienen sobrepeso a los dos años de edad, de los cuales un tercio tiene obesidad.
Además, un estudio de la U. de Berna en Suiza mostró que los niños que están expuestos al humo de tabaco producido por sus padres son un 21% más propensos a tener una presión arterial más alta.
También está el factor hereditario. Los niños que tienen padres, abuelos o tíos con hipertensión o que han sufrido infartos o accidentes cerebrovasculares están en mayor riesgo de tener la presión alta. "En estos casos hay que empezar los controles más temprano, a los cuatro o cinco años", dice Roberto Balassa, pediatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, quien toma la presión a los niños que visitan su consulta.
Detección temprana
Las personas que sufren hipertensión en su niñez, a los 35 o 40 años son candidatos para sufrir infartos, además de otros problemas de salud como accidentes cerebrovasculares, trombosis y daños en riñones, ojos y otros órganos. Castillo dice que la realización de este examen al menos una vez al año permitiría identificar a tiempo a los niños en riesgo y promover en ellos hábitos de alimentación sana y de realización de actividad física.
"Eso será beneficioso para la salud del país, para la salud y economía de los papás, pero sobre todo para la salud y calidad de vida futura del niño", complementa Balassa.
En el caso de los niños que tienen antecedentes familiares de diabetes, síndrome metabólico y dislipidemia, Balassa recomienda efectuar no solo el control de presión, sino una pesquisa más amplia que incluya la medición de la glicemia, los lípidos en la sangre y la tendencia a desarrollar diabetes, entre otras variables. Los expertos también piden poner atención a los niños que desarrollan la hipertensión del delantal blanco, aquella gatillada por el estrés que produce el someterse a procedimientos médicos. Ellos también tienen eñ riesgo desarrollar a temprana edad una hipertensión sin causa conocida.
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