Pep estalla en la previa

"No estoy aquí para ser el mejor entrenador del mundo. Esto es una mierda. Estoy aquí para ayudar a los jugadores". Así de duras fueron las declaraciones de Josep Guardiola en la previa del partido de hoy ante Barcelona. El técnico de Bayern Munich no estuvo tan sonriente como acostumbra ante unos medios alemanes que entienden que su reacción de ayer es parte de una estrategia que ya ha utilizado anteriormente: la de tomarse el centro de atención para sacarle la presión a un plantel necesitado.

Cuando dirigía a Barcelona ya había hecho lo mismo. En la previa de las semifinales de Champions League 2010-2011, se enfrentaba nada menos que Real Madrid. Y por primera vez, entró en el juego de José Mourinho: "Él es el puto amo, el puto jefe. Le regalo su Champions particular fuera del campo", dijo en respuesta a las provocaciones del portugués hacia su plantel.

Para el partido de esta tarde, en Barcelona la situación es bastante más calmada que la de un elenco alemán que perdió 3-0 en la ida, y sufre con las constantes lesiones y con las críticas que ha recibido en las últimas semanas. Los catalanes mantienen sus opciones de ganar todos los torneos que ha disputado este año: Están a un triunfo de levantar la Liga, con una buena ventaja para llegar a la final de Champions League e instalados en la definición de la Copa del Rey que disputarán el 30 de mayo ante Athletic. Pero Luis Enrique respeta al entrenador más exitoso en la historia de Barcelona.

"Pep es un entrenador de ataque que siempre ha dominado la defensa y que genera muchas ocasiones de ataque sin sufrir demasiadas ocasiones de contra. No me aventuro a decir cuántas ocasiones va a tener", afirmó un técnico que cambió una imagen que estaba deteriorada en enero, con rumores de disputas con Lionel Messi que quedaron en el pasado. Y cuyo equipo se ganó los elogios de Guardiola. "Ellos tienen jugadores de mucha calidad que saben jugar muy bien a la contra. Ya me gustaría marcar cada vez que llegamos".