Piden que primer avión de pasajeros de Lan sea Monumento Histórico
<P>Desde 1934, la legendaria aeronave realizó vuelos de Santiago hacia Arica y Concepción.</P>
Era lo más moderno en los años 30, pero también lo más osado. En las grandes ciudades alrededor del mundo, los ciudadanos acaudalados preferían moverse por aire en vez de por tierra. Era lo que estaba de moda, pese a que los aviones se estrellaban con frecuencia.
Los santiaguinos no estaban dispuestos a quedarse fuera de esta tendencia mundial. En 1929, la recién creada Línea Aérea Nacional (hoy Lan) importó desde Estados Unidos los primeros ocho aviones de pasajeros que sobrevolaron la capital. Se trataba del modelo Fairchild FC-2, que tenía capacidad para cuatros pasajeros, más el piloto, y soportaba hasta 250 kilos de equipaje.
Sin embargo, todas las aeronaves se accidentaron y la empresa estatal no tenía dinero para importar otras. Entonces, tomó la decisión de fabricarlas. Fue así como en sus talleres del Aeródromo Los Cerrillos construyó seis nuevos aviones, que eran una copia idéntica de los Fairchild que llegaron desde Estados Unidos.
Nuevamente, todos se accidentaron y se perdió su rastro. Sólo uno sobrevivió: el Lan 18, que se encuentra en exhibición en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio.
La Dirección General de Aeronáutica Civil ahora quiere protegerlo y por eso solicitó al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) que la aeronave sea declarada Monumento Histórico. "Del primer modelo de avión de pasajeros que tuvo Lan, este es el único que se conserva. Eso lo hace tan especial, y por eso queremos que se reconozca su significado histórico", afirma Mario Magliochetti, encargado de Restauración del Museo Aeronáutico.
La solicitud ingresó a fines de mayo y ya está siendo tramitada por el CMN. El viernes, dos expertos del consejo y una conservadora del Museo Histórico Nacional inspeccionaron el avión. "La idea era evaluar las técnicas y los registros empleados en la recuperación del avión", dice Emilio de la Cerda, secretario ejecutivo del CMN.
Pequeña cabina
El Lan 18 no se parece en nada a los aviones que hoy salen del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Mide casi 10 metros de largo y menos de tres metros de alto, pesa una tonelada y media y tiene un estrecho compartimento para el equipaje. Su cabina también es pequeña. Además del piloto, tenía capacidad para cuatro personas, las que viajaban en dos corridas de asientos con muy poco espacio. Cubría la ruta Santiago-Arica (de más de dos mil kilómetros) y también volaba a algunas ciudades del sur, como Concepción. Cada vez que lo hacía, partía desde el Aeródromo Los Cerrillos, donde estaban todos los aviones de Lan.
Sin embargo, como se trataba de un servicio novedoso y caro, sus pasajeros eran escasos y por eso sus salidas eran irregulares. "Era muy poca gente la que tenía el entusiasmo, el dinero y la valentía para subirse a un avión", cuenta Magliochetti.
De hecho, cuando en 1939 el Lan 18 realizó su último vuelo, el piloto transportaba sólo a un pasajero. Volaba desde Iquique a Arica, pero debido a una falla de motor tuvo que aterrizar de emergencia en la Quebrada de Camarones. Sus dos tripulantes fueron rescatados.
Pero el avión tuvo un destino diferente. Sus restos fueron enterrados por las arenas del desierto hasta que hace seis años fueron divisados desde el aire por un piloto de la Fuerza Aérea de Chile. Lo único que se conservaba era su esqueleto, el que fue llevado hasta el Museo Aeronáutico. Tras una investigación, se supo que se trataba del Lan 18, uno de los primeros aviones de pasajeros que sobrevoló sobre Santiago.
En 2007, el avión fue restaurado fielmente, tanto, que se trajo una estructura de madera de pino desde EEUU para rearmarlo. Desde entonces, se encuentra en exhibición en el Museo Aeronáutico (Pedro Aguirre Cerda 5000, Los Cerrillos) y puede ser visitado gratis de martes a domingo, de 10 a 17 horas.
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