Pikes Peak: la carrera que desafía a las nubes
<P>Año a año, autos normales con preparaciones extremas se dan cita en la mítica montaña norteamericana, para demostrar sus capacidades en una carrera contra el tiempo y la naturaleza. </P>
La Pikes Peak Hill Climb, también conocida como la "Carrera a las nubes", es el segundo evento automovilístico más antiguo de Estados Unidos (se corre desde 1916), tras las 500 millas de Indianápolis. Básicamente, consiste en trepar contra el tiempo la imponente montaña ubicada en el estado de Colorado.
El trazado es simplemente espectacular. Son 19,99 kilómetros, prácticamente lo mismo que tiene el circuito largo de Nürburgring, pero en subida y a través de camino que mezcla tierra y pavimento, con un promedio de elevación de 6,7 grados y a través de 156 curvas que bordean precipicios, que en algunas partes sobrepasan los 600 metros de profundidad.
La carrera parte en un entorno boscoso, a los 1.439 metros de altura, y termina en la cima de Pikes Peak, a 4.301 m, en medio de un paisaje totalmente árido.
Como es una carrera muy demandante, donde se pueden fortalecer las mejores características de un auto, algunas marcas sacan a relucir máquinas extensamente modificadas para enfrentar la difícil tarea de llegar a la cima en el menor tiempo posible, razón por la cual no es raro encontrarse en la categoría "Unlimited", donde la única condición para correr es pasar la revisión técnica, con coches cuyas potencias sobrepasan los 1.000 Cv.
Justamente aquí es donde encontramos a los verdaderos monstruos que se han transformado en íconos de la industria del automóvil, como el Audi Sport Quattro S1, que tras la eliminación del espectacular Grupo B del Campeonato Mundial de Rally empezó a participar en la prueba norteamericana con sus más de 600 caballos de fuerza.
Audi ganó tres veces consecutivas en Pikes Peak. En 1985 lo hizo la piloto Michele Mouton, con un tiempo de 11:25.39, récord de la época. En 1986, Bobby Unser repitió la victoria con 11:09.22, y el legendario Walter Röhrl consiguió la tripleta para la marca en 1987, con un tiempo de 10:47.85, récord que se mantiene hasta el día de hoy para los autos con motor delantero.
Otro de los coches emblemáticos de la prueba es el Peugeot 405 T16 GR, el que reemplazó al 205 Turbo 16 (550 Cv) en el Mundial de Rally, y que conquistó la cima de Pikes Peak en 1988, con el gran Ari Vatanen tras el volante. El finlandés rompió el récord de Röhrl por escasas décimas de segundo (10:47.22). Se estima que su velocidad media fue de 210 km/h y su participación fue inmortalizada en un filme del director francés Jean-Louis Mourey, titulado "Climb Dance" (La danza de la subida), que obtuvo numerosos premios en 1990.
Este auto sólo mantenía el look del 405, ya que contaba con un motor trasero transversal de dos litros turbo, con 680 Cv, un chasis tubular y ruedas traseras direccionales.
Pero quizás el auto más reconocido de la prueba es el Suzuki Escudo (o XL7) Pikes Peak, una bestia de apenas 800 kilos, tracción integral y 1.007 caballos, que conducido por Nobuhiro "Monster" Tajima, batió el récord de la prueba en 2007, con un tiempo de 10:01.408, registro que se mantiene vigente hasta hoy.
Este año, el podio lo coparon un Suzuki SX4 conducido por Tajima, un Ford Fiesta de 800 caballos y un Ford RS 200.
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