Pilar Sordo llama a no poner límites a los niños discapacitados




El mayor miedo de un padre o madre es morir y abandonar a sus hijos. Más aún cuando se tiene un hijo discapacitado. "Pero hay que vencer ese temor para no limitar sus habilidades", explicó Pilar Sordo, durante la charla "Discapacidad del alma", organizada por el Colegio El Golf, en la Universidad Andrés Bello.

La sicóloga reconoce que vencer ese miedo no es fácil, como tampoco lo es reconocer que se tiene un hijo discapacitado. Un proceso que, aclara, se da en cuatro etapas. La primera es el estado de shock, cuando los padres se enteran de la discapacidad y la niegan; después viene la rabia, en la que se buscan explicaciones y culpables; la tercera es la pena, y la última, la reconciliación y el duelo. "Pero para ser feliz hay que decidirlo y eso implica sonreír aun con la pena en el alma (...). Matar al hijo que yo quería tener y conocer al que tengo, aprender a vivir en un mundo imperfecto ... y entender y sobrepasar el temor de faltarles o a que sufran", comentó la experta. "Porque pasa que los mismos padres subestiman las capacidades de estos niños y no las potencian y para eso hay que buscar las habilidades, tal y como se guía a cualquier niño a buscar su vocación", expuso Sordo.

De otro modo, sólo queda la sobreprotección, que se transforma finalmente (la mayoría de las veces, sin que los padres tengan conciencia de ello) en un gran obstáculo para el desarrollo de sus hijos, pues impide que éstos puedan explorar sus capacidades. Un tema no menor, dice Sordo, ya que esas mismas habilidades son las que, en el futuro, pueden convertirse en su fuente laboral y dotarlos de dinero, estabilidad y cierta independencia. De allí que la experta aplaudiera el diplomado que esta casa de estudios abrió para entregar oportunidades profesionales a estos alumnos.

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