¡Plop!, el quiosco que recuerda a Condorito en San Miguel

<P>Abierto desde las 8 de la mañana, el lugar no sólo ofrece sándwiches, sino servicio de Wi-Fi. </P>




Puede comerse un Condorito, una Tremebunda o una Yayita. En el quiosco ¡Plop!, inaugurado hace dos meses en el sector de El Llano Subercaseaux, en plena comuna de San Miguel, todos los sándwiches llevan el nombre de personajes de historieta creada por René Ríos Boettiger, Pepo, en 1949. Y no son por nada: mientras el Condorito es un tradicional completo, el Tremebunda consiste en una hamburguesa doble con queso en pan de frica, todo lo contrario que el Yayita, un sándwich en pan integral con queso fresco.

Ubicado en medio del Parque del Cómic, que es la puerta de entrada a Gran Avenida -a la altura del paradero 6-, ¡Plop! es un proyecto ideado por el "publicista autodidacta", Roberto Sánchez (53), y su cuñada Leonor Vicentini (54), ambos vecinos de la comuna. "Viviendo aquí toda una vida, nos dimos cuenta de que la gente salía a otros sectores de Santiago a divertirse. Nos hacía falta un punto de encuentro. Hoy la gente viene a felicitarnos", cuenta Sánchez. "Le pusimos ¡Plop!, porque quisimos ser parte de ese paseo por el Parque del Cómic que a todos los sanmiguelinos nos orgullece, pero que no todos los santiaguinos conocen. En este sector encuentras a Condorito o a Ogú Mampato, todos personajes que yo leí cuando niño, porque están en el inconsciente colectivo de esta ciudad", agrega Sánchez.

La inversión no fue poca: $ 14 millones debieron salir de su bolsillo para construir este espacio al aire libre, ubicado a un costado de la escultura de Pepe Antártico y de cientos de viñetas de cerámica que conforman el parque temático impulsado en 2006 por la alcaldía.

Abierto desde las 8 de la mañana a la medianoche, el local ofrece una carta que va desde un Condorito, a $ 950, a una bandeja de sushi por $ 3.000. Siempre es posible agrandar el tamaño de un sándwich: por $ 3000 se puede comer un ¡Plop! , que lleva el doble de carne o a una vienesa que mide 45 centímetros. "Los clientes pueden agregarle además otros ingredientes, como champiñones o salsa ciboulette", dice el dueño de este espacio.

Atendido por seis personas que se dividen en turnos, el quiosco está hecho con planchas de acero blindadas, una inspiración de la famosa churrasquearía del Tío Manolo. Claro que a diferencia de ese lugar, ¡Plop! cuenta con Wi-fi de libre acceso y un televisor LED de 32 pulgadas, en torno al que los consumidores se reúnen para ver los noticiarios. "Los viernes y sábados también ponemos un telón, donde proyectamos videos musicales ochenteros y atraemos a todos los nostálgicos", explica Leonor.

La expansión

Pero este lugar en el El Llano es sólo el punto de partida para Sánchez. "Mi idea es hacer una cadena de quioscos", revela. Cuenta que ya está negociando para reproducir la idea en el aeropuerto de Santiago y en la Plaza San Enrique de Lo Barnechea.

Fuera de eso, evalúa agregarle una gelatería a su negocio, llenarlo de revistas del recuerdo. Para eso, está recopilando revistas de Condorito, Barrabases y otros cómics chilenos para que los usuarios puedan sentarse a leerlas con tranquilidad. "Queremos potenciar el ¡Plop! como un café literario donde los vecinos puedan hojear los diarios o chistes y también poner mesas de ajedrez como en la Plaza de Armas", explica sobre los proyectos que tiene en este pequeño bulevar se ubica a unos metros de la Casa de la Cultura de San Miguel.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.