Policía investiga muerte por sobredosis de integrante del dúo rapero Kris Kross

Caerán dentro del saco de los dueños de un hit por carrera, pero también, dentro de la iconografía de los tempranos años 90, cuando el rap comenzaba su masificación de la mano de ropa ancha y, en el caso de ellos, al revés. Sin embargo, cualquier posibilidad de otro comienzo para el dúo Kris Kross quedó trunca, cuando a una de sus mitades, Chris Kelly, lo encontraron muerto el miércoles en su casa en Georgia, a los 34 años.

Ayer, la madre del músico, Donna Kelly, admitió ante la policía que la noche anterior a su muerte el cantante había estado consumiendo una mezcla de cocaína y heroína, un combo que se conoce como "speedball". La policía ya descartó cualquier agresión, por lo que las autoridades trabajan bajo la tesis de una sobredosis, a la espera de que el informe toxicológico confirme la sustancia específica que mató al niño de Jump.

Fue ella, Donna Kelly, quien llamó al 911, cuando encontró a su hijo sin signos vitales. Los médicos intentaron reanimarlo por dos horas, sin éxito. Ahí, su familia se dirigió a los medios a través de una carta abierta: "Aunque estuvo con nosotros por poco tiempo, nos sentimos bendecidos de compartir increíbles momentos. Su legado seguirá a través de la música".

Su compañero, Chris Smith, no se ha pronunciado aún. Quien sí salió a lamentar el deceso de Kelly fue el productor Jermaine Dupri. "Cuando te das cuenta la cantidad de tiempo que pasé con ellos, más que con mi familia, entiendes lo devastado que estoy ahora", comentó a medios estadounidenses el hombre que los descubrió en 1991, rimando en un centro comercial. Durpi los fichó para el millonario debut Totally krossed out, de 1992, que contenía el hit Jump.

Fueron cerca de cuatro millones de discos vendidos, ocho semanas al tope de la lista Billboard Hot 100 y hasta un cameo en el video para la canción Jam de Michael Jackson, quien impresionado por sus primeros pasos los pidió para que telonearan la gira de su disco Dangerous.

Los dos Chris no pudieron replicar el éxito con su segundo disco, Da bomb; menos con Young, rich and dangerous, la tercera entrada en su catálogo, cuando ya habían cambiado la voz. En febrero de este año protagonizaron un reencuentro sobre el escenario. Reunión del dúo que ya quedó como despedida.