¿Por fin se acaba el cuestionado y maldito FUT?

Se acaba. Por fin. Estaba harto de escuchar de cómo el maldito FUT era la causa de todos nuestros males. Ahora sí. Sin FUT el futuro será mejor. ¡Qué duda cabe!

Ah…, me olvidaba de un "detalle": el FUT que acabamos de matar, no era un tipo malo, grande y bigotón, al estilo de los capos de los carteles mexicanos. Ni tampoco una gentil, graciosa y traidora señorita, como Mata Hari.

El FUT era solamente una cuenta tributaria (una anotación contable que sirve para determinar impuestos), en la que se registraba la cantidad de dinero que un empresario -grande, mediano o pequeño- había ganado y que él no había retirado de la compañía.

Por supuesto que esas sumas no retiradas de la compañía ya habían pagado el impuesto a las empresas (20% en el pasado y 25% en un tiempo más). O sea, era plata que sí había pagado impuestos.

Sin embargo, la verdad sea dicha, esas mismas platas cuando se retiraren de la empresa debían tributar con más impuestos; pero sólo cuando se retiraran.

En otras palabras, supongamos que cada año había $ 100 de utilidad en la empresa, entonces cada año ésta pagaba impuestos por $ 20 ($ 25 en el futuro). Por el resto, que se dedicaba normalmente a inversión, crecimiento, innovación y nuevos emprendimientos, no se volvían a pagar impuestos, hasta que no se retiraran para cambiar el auto, ir de vacaciones u operarse de apendicitis.

O sea, cuando el empresario, grande o pyme, sacaba el dinero de la empresa, para cualquier cosa, se le cobraba el diferencial de los impuestos no pagados.

De esta manera, el compromiso del Fisco era "si retiras la plata, te cobro más impuestos". Y la del empresario, por su parte, era: "Dejo la plata, para la inversión, generando empleo, y mientras tanto no me cobran impuestos".

Pero ese compromiso se terminará. Ya que el Fisco dijo (póngase la voz ronca y solemne): "Te cobraré impuestos igual, dejes o no el dinero en la compañía. Me da lo mismo si con ella compras maquinaria, contratas gente o si con esa plata vas de vacaciones o cambias el auto. Yo te cobraré impuestos igual, no discrimina".

Y como este era un compromiso de dos (Fisco y empresarios), es fácil saber la respuesta de lo que pasará cuando la reforma tributaria entré en vigencia como se plantea: la plata se dedicará a vacaciones fuera de Chile, autos y similares… total, se gaste en lo que se gaste, ya habrá pagado todos los impuestos y ya no pagará más sobre esa misma plata. Tendría que ser el faraón de los tontos para dejarla en la empresa, si no tengo beneficios y más encima me cobran los impuestos por ello.

Por todo lo mencionado no me queda más que decir: bienvenido al funeral del maldito FUT. Podré llevarlo en mi auto, cuando vuelva de vacaciones, eso sí.

Bien tontos no haberlo hecho antes!!!