Portada de Elle marca auge de modelos talla grande

<P>La imagen de la voluptuosa maniquí estadounidense Tara Lynn en la revista francesa provoca controversia y se convierte en el símbolo del nuevo fenómeno de la moda que cada vez toma más fuerza.</P>




Algunos especialistas de las pasarelas ya sacaron la voz: dicen que es imposible que las mujeres francesas abandonen su ideal de cuerpo delgado. Que la última portada de la revista Elle, una de las más influyentes y leídas de ese país, es sólo una anécdota. Pero ahí está: bajo el título "curvas" aparece la modelo Tara Lynn, una joven norteamericana que se ha transformado en el símbolo del más reciente fenómeno de las pasarelas, el de las mujeres "saludables". Y esto quiere decir mujeres de talla 48, o 50, o más, que se alejan de las niñitas de 15 y 16 años con look andrógino y casi en los huesos que imperan en las campañas publicitarias y en los desfiles de los modistos más importantes.

El look de joven desamparada fue impuesto a comienzos de los años 90, con la inglesa Kate Moss como emblema. Y a pesar de las críticas, por inducir a trastornos alimenticios, se ha mantenido hasta ahora. A principios del 2000, brasileñas como Gisele Bündchen trajeron aire fresco con sus figuras broncreadas y curvilíneas. Aunque ahora, la tendencia es más extrema. Y según un reportaje aparecido ayer en el diario inglés The Guardian, partió en septiembre de 2009 cuando Glamour, otra de las publicaciones del top ten de las más importantes de la moda, imprimió una imagen de la maniquí Lizzie Miller con el estómago desnudo y más que abultado. Siguiendo el ejemplo, en enero pasado, la revista neoyorquina V llevó en la portada a Tara Lynn. "Las curvas arriba", era el eslogan del reportaje.

El periódico inglés agrega que en febrero el sitio web del Vogue francés debutó con una sección llamada "Vogue curvas", para todas las mujeres de talla normal a grande y de ahí hacia arriba. Mientras que en Chile, el destacado productor de desfiles Camilo Valdivia opina que "normalmente las mujeres que participan en los desfiles son tallas 38, porque su estructura ósea da el calce perfecto, de acuerdo a un estándar internacional, ya que toda la ropa pret-a-porter que se hace en el mundo, es 38". Y el fenómeno de las maniquíes con mucho más curvas, lo ve lejano a la moda nacional. "Me parece fantástico tratar de vender tallas de 48 hacia arriba, que es la que más hay en el mundo. Pero estéticamente no es para las pasarelas tradicionales", opina.

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