Porto Alegre: la cosmopolita del sur




“AQUI TENEMOS a un chileno y grande: Eduardo Vargas”, dice un vendedor de dulces, hincha de Gremio de Porto Alegre. Es uno de los tantos gaúchos -como se conoce a los habitantes de Río Grande do Sul- felices de que “Edu” le esté dando satisfacciones a su equipo, además de notoriedad a la ciudad entre los turistas chilenos.

Porto Alegre tiene un sello que la distingue. Por su cosmopolitismo y costumbres ha sido definida como la sede cultural del estado de Río Grande do Sul. Partiendo por la belleza de sus paisajes y particular geografía, de cerros y planicies que dividen la urbe y que han generado numerosos barrios -la estadística los sitúa en 78- haciendo de ella una ciudad verde. La cifras son claras: después de Palmas, Porto Alegre es la segunda de Brasil con más árboles por habitante.

Los cerca de un millón y medio de habitantes de esta ciudad del estado de Río Grande do Sul recibirán a otros tantos miles de turistas y fanáticos para el Mundial 2014. Desde que fueron designados como sede para el evento se han puesto a mejorar las calles y avenidas, y por supuesto a darle una nueva cara a su estadio, el Beira Rio. Pero Porto Alegre tiene mucho más que ofrecer que sólo fútbol.

* Paradas obligadas

El paisaje de Porto Alegre refleja la influencia de los inmigrantes alemanes, italianos y polacos que se asentaron en la zona. Su arquitectura pasa del Renacimiento italiano en la Catedral Metropolitana, ubicada en la Plaza de la Matriz, a edificios modernos como el de la Fundación Ibere Camargo, espacio para el arte que lleva el nombre del pintor expresionista más importante de Brasil. La icónica construcción estuvo a cargo del arquitecto portugués Alvaro Siza, ganador del premio Pritzker en 1992, y su diseño evoca al famoso Museo Guggenheim de Nueva York

Otro edificio histórico, y que es uno de los mayores atractivos de la ciudad, es la Usina do Gasómetro y su antigua chimenea de generación de energía eléctrica a carbón, que hoy es una encomiable recuperación urbana que acoge a un centro cultural y centro de eventos. Está ubicado al final de la Rua dos Andradas, topando con Avenida Presidente Joao Goulart.

En la planicie de la ciudad, entre Avenida Borge de Medeiros y Rua de Praia, está uno de los puntos emblemáticos y de encuentro popular de la ciudad: la Esquina Democrática, que desde el siglo XIX fue el centro de notables manifestaciones políticas y culturales. También hay que conocer la Estatua del Lanzador, símbolo oficial de Porto Alegre, donde se representa al gaucho con ropa tradicional (pilchas) y un lazo en su mano derecha. Esta se ubica en frente a la primera terminal del Aeropuerto Internacional Salgado Filho.

Finalmente, el área verde más tradicional y popular de Porto Alegre, poseedora de 10 mil especies típicas de la región, es el Parque Farroupilha o de La Redención, antiguo descampado pantanoso y periférico, donde se dice los esclavos de la zona se reunieron para celebrar la abolición de la esclavitud. Cada fin de semana recibe cerca de 70 mil personas que disfrutan de sus 37 hectáreas de jardines, zonas deportivas, parques infantiles, ferias tradicionales y cafés a la orilla de un lago artificial.

* Vida nocturna

En el barrio Moinhos de Vento, uno de los más ricos de Porto Alegre, es donde se sucede cada noche la mayor fiesta de la ciudad. Aunque de día es un famoso paseo de compras, al anocher se abren diversos bares y discoteques, además de una amplia oferta gastronómica. Las calles Fernando Gomes, conocida como la Calçada da Fama, y  Pader Chagas concentran la mayor cantidad de locales que con un estilo chic y vanguardista buscan atraer tanto a la gente de Porto Alegre como a los turistas que se pasean en un paisaje lleno de árboles y luces.

Otros lugares donde se puede salir a celebrar es la Cidade Baixa, en particular las calles Ruas Gal Lima, Silva y República que durante los fines de semana albergan numerosas fiestas. También la Avenida Goethe es popular por sus bares y pubs. Porto Alegre le hace justa competencia a cosmopolitas destinos de fiesta como Nueva York o Buenos Aires.

* Dónde comer

En Porto Alegre confluye variada gastronomía que va desde los sabores clásicamente portugueses y españoles a las influencias alemanas e italianas. También hay prácticas criollas provenientes del Río de la Plata, como el consumo del mate, a lo que se suman las infaltables delicias de otras regiones de Brasil como la feijoada, los pescados y la caipirinha. También están las clásicas churrascarías, donde se ofrecen carnes asadas a la parrilla y que son uno de los lugares más populares. Una de ellas es Na Brasa (Rua Ramiro Barcelos 389), con 25 tipos de carnes y ensaladas para todos los gustos.

La influencia europea se puede disfrutar en restaurantes como el Steinhaus (Rua Coronel Paulino Teixeira 415), con abundantes porciones, obra de su dueña Miriam Baumbach, quien lleva durante tres décadas las riendas del negocio familiar. Si su interés es la comida italiana, una buena alternativa es Atelier de Massas (Rua Riachuelo 1482) propiedad del artista plástico Gelson Radaelli, donde se pueden disfrutar exquisitas y originales pastas rodeado de obras de arte del mismo Radaelli y otros artistas.

Si busca algo más clásico, un lugar emblemático de la cultura y gastronomía gaúchas es Chalé da Praça XV, ubicado en la histórica Plaza 15 de Noviembre. Esta casona estilo Art Nouveau construida en el siglo XIX tiene un variado menú con platos regionales y excelentes happy hour, incluyendo los refrescantes chopes (shop) de cerveza. Finalmente, el sector de la Planicie cuenta con locales de comida típica, donde Banca 40 es el más famoso por sus ensaladas de frutas y productos frescos y naturales de la región.

* Paseos en los alrededores

Tomar un barco desde el puerto y navegar por las aguas del río Guaíba hasta la pequeña ciudad del mismo nombre sólo toma 20 minutos. El lugar está de a poco retomando su movimiento turístico y lo ideal, luego de recorrerlo, es calcular el regreso de Porto Alegre para poder disfrutar desde las aguas del río la increíble puesta de sol. Si tiene suerte, podrá ver a la distancia la Usina do Gasómetro al atardecer.

Para los que no pueden concebir la ida de un viaje a Brasil sin playa, a 18 km de Porto Alegre está la famosa Praia do Cassino y que es considerada el balneario más antiguo de todo el país. Si su mayor interés es la naturaleza, el Parque Nacional Lagoa do Peixe se ubica a unas tres horas y media en vehículo desde Porto Alegre y es un popular lugar para la observación de aves, muy visitado por fotógrafos de naturaleza de distintos lugares del mundo.

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