Problemas sicológicos en niños afectan sus ingresos y matrimonio en la adultez
<P>La depresión en niños y adolescentes afecta hasta en 20% sus ingresos futuros y les dificulta sus relaciones románticas y el matrimonio cuando son adultos. Esto, según un estudio que siguió a 5.000 familias en los últimos 40 años.</P>
Excusas de los padres como "ya se le va pasar" y "son cosas de la edad" son precisamente las que terminan por hacerles daño a hombres y mujeres adultos que arrastran los mismos problemas que tenían cuando eran niños y adolescentes, explica a La Tercera James Smith, economista de la Corporación Row, en California, que realizó la primera revisión que identifica qué tan prósperos son hoy quienes tuvieron problemas sicológicos sin tratamiento en la infancia durante los últimos 40 años.
La investigación incluyó a 5.000 familias -unas 35 mil personas- entre las que consideró a miembros de la misma familia para poder hacer un análisis comparativo con hermanos y hermanas que tuvieron o no problemas de salud mental como depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, fobias y abuso de drogas durante su juventud.
El estudio reveló que el 6% de los participantes había padecido problemas sicológicos cuando fueron niños o adolescentes. El 4% dijo haber sufrido depresión, el 2% había abusado de alcohol o drogas y otro 2% dijo que había tenido otros problemas de alguna índole similar. En total, un 14% de los estudiados.
Caída de ingresos
Al revisar los ingresos de los que habían tenido que lidiar con alguno de estos desórdenes y compararlos con los de sus hermanos, los primeros tenían un ingreso promedio de más de 10 mil dólares (cinco millones de pesos), un 20% menos al año que sus hermanos que no habían tenido estos problemas: "Esta cifra llega hasta unos 350 mil dólares ($ 185 millones) a lo largo de su vida", afirma Smith.
Asimismo, los que habían tenido problemas sicológicos también presentaban problemas afectivos en la adultez y resultaron un 11% menos propensos a contraer matrimonio. Un número incluso menor al de quienes no terminan la escolaridad en Estados Unidos.
Según Smith, esta contrariedad no se produce por el hecho de haber tenido estas dificultades cuando jóvenes, sino por el hecho de que no se los haya sometido a un tratamiento sicológico que las eliminara.
"Podemos ver que los problemas de salud mental que se les diagnosticaron en la infancia o adolescencia son los mismos que mantienen de adultos y son problemas tratables, por lo que entendemos que no los tendrían si hubieran recibido una terapia", dice este investigador y presidente de la Corporación Row sin fines de lucro.
De hecho, el autor destacó que intervenir estos problemas a tiempo no sólo va en directo beneficio de sus propios bolsillos, sino que hay un componente social y de calidad de vida que debe tomarse en cuenta.
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