Protagonista de Suits adelanta giros de la serie y habla de su éxito

Mike Ross, el personaje protagónico en Suits, es un joven con memoria fotográfica, pero sin estudio superior. Pese a eso, decide hacerse pasar por abogado para trabajar en una importante firma, con el experimentado Harvey Specter (Gabriel Macht) como mentor y cómplice.

A pesar de que nada de esta biografía coincide con la de Patrick J. Adams -el actor detrás del papel-, él habla de la cercanía que encuentra con el rol que interpreta. "Para mí, el trabajo en esta serie ha sido el más importante que he tenido en mi carrera, y eso es lo que ha tenido que vivir Mike: un momento de enfrentar el mayor desafío que se le haya planteado y tener que crecer y elegir prioridades", dice al teléfono desde EE.UU.

Adams, de 31 años, es un actor que viene del teatro, aunque desde inicios de la década pasada ha tenido pequeños papeles en películas y series, como un episodio de Lost. Para Suits dice que no se preparó de manera especial, justamente por las características de su personaje. "Como Mike es muy novato, y lo divertido en el principio es verlo como un pez fuera del agua, no me preparé mucho en cosas de abogados para que en el momento de entrar al set realmente ir aprendiendo y hacer notar la ansiedad y la ingenuidad".

En Chile, el canal Space (señal 55 en VTR) está emitiendo la segunda temporada, y en los próximos episodios se verá cómo va aumentando la tensión en la firma por la batalla que hay entre sus dos socios principales, y la amenaza que esa lucha presenta para los protagonistas de la historia y su secreto.

Mientras, en Estados Unidos, Suits está actualmente en una pausa, para retomar en enero con la segunda mitad del ciclo. Además, la ficción ya tiene una tercera temporada asegurada, que actualmente se está escribiendo.

"El mundo en que se mueve la serie se va a expandir y van a aparecer nuevos personajes que van a jugar un papel importante", dice Adams, adelantando que se mantendrá la amenaza constante de que quede al descubierto el secreto de que Ross no es abogado, lo que terminaría con su prometedora carrera. "Van a ver a un Mike más experimentado y que al mismo tiempo tiene que tomar decisiones duras respecto a su secreto y ver si quiere o no seguir con la vida que tiene".

La serie ha logrado mantener a un público fiel con una combinación de drama y comedia que no es lo más usual de la televisión estadounidense, más dada a elegir entre un género y el otro. "Me sería difícil imaginar que fuera todo el tiempo seria o una comedia, porque creo que para la mayoría de la gente la vida es con esos cambios constantes. El creador (Aaron Korsh, guionista de Everybody loves Raymond) viene del mundo de la comedia, pero otros de los que trabajamos ahí venimos de cosas dramáticas. La combinación de esas energías hacen que el movimiento entre estos mundos se ha vuelto muy natural para nosotros", asegura.

Otro elemento que ha hecho de Suits un producto exitoso es la química entre los dos personajes protagónicos, que aparecen en la mayoría de las escenas, y casi siempre juntos. "La verdad es que no podríamos llevarnos mejor y es algo extraño cuando te topas con una relación que se convierte casi en una hermandad, confiamos mucho en el otro".