Proyecto Necesario
DESDE ENERO de 2008 se tramita en el Congreso un proyecto de ley, iniciado en una moción transversal de diputados, que crea la profesión de optómetra, un especialista no médico con formación para diagnosticar vicios de refracción ocular (hipermetropía, miopía o astigmatismo) y recetar los lentes necesarios para corregir sus efectos, como también, con la preparación para diagnosticar patologías oculares, con el fin de inhibirse y derivarlas al médico oftalmólogo.
Chile tiene un grave déficit de atenciones de salud visual, tanto que tales vicios presentan el mayor retraso en las prestaciones Auge. La principal causa es la carencia de especialistas, que según cifras de la Sociedad Chilena de Oftalmología han disminuido: en 2003 había 21.657 habitantes por cada oftalmólogo y en 2008, 26.000, a consecuencia de que el número de éstos permanece estable y la población crece. La creación de una carrera con especialidad técnica para atender situaciones que no requieren de un médico es un paso correcto para resolver los problemas visuales comunes de la población y que existe en muchos países.
La moción, ya despachada por la Cámara de Diputados, se encuentra en el Senado, en el cual se ha cambiado la denominación del profesional a tecnólogo médico con mención en oftalmología y supeditado el ejercicio de su labor a un reglamento. Esta restricción regulatoria importa una dilación que no se justifica, pues la malla curricular de las carreras en Chile -incluidas las de la salud- la definen las universidades o institutos profesionales, y no hay razón para que en este caso sea distinto.
Sería lamentable que el retraso de esta iniciativa y su regulación estén siendo utilizados para proteger determinados intereses, no obstante la urgente necesidad de la población.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.