Publican las cartas de Hunter S. Thompson y estrenan nueva cinta con Johnny Depp

<P>El cronista maldito del Nuevo Periodismo les escribe a Faulkner, Tom Wolfe y Norman Mailer. </P>




Hunter S. Thompson había ganado el concurso de ensayo de su colegio. Era 1955, tenía 17 años y leía ante sus pares Carta abierta a la juventud de nuestro país: "Ha llegado la hora de prescindir de los frívolos placeres de la niñez para ponerse a trabajar firme hasta los sesenta y cinco años". Meses después, el joven criado en Louisville (Kentucky) pasaba tras las rejas acusado de robo.

Thompson buscaría ser reconocido desde sus años escolares, pero faltarían décadas para que sus reportajes fueran famosos, como el que en 1998 se volcó al cine, con su amigo Johnny Depp como protagonista, en Pánico y locura en Las Vegas.

Antes de la fama, el aprendizaje fue el fracaso para el fundador del "periodismo gonzo", suerte de lado oscuro del Nuevo Periodismo, donde el reportero es la noticia y el relato se hace con estados alterados. Ese trayecto, desde el colegio hasta los 40 años, se puede seguir en las cartas reunidas en El escritor gonzo, volumen que reúne su correspondencia entre 1955 y 1976, con fecha de llegada para mayo.

En el libro está el corazón de la escritura de Los diarios del ron: su experiencia de reportero en Puerto Rico, entre la borrachera y el rechazo. La novela, publicada en 1998, llega al cine otra vez con Johnny Depp como protagonista, dirigida por Bruce Robinson. En junio se estrena en Chile.

Es 1959 en Nueva York y Thompson, con 22 años, es despedido del diario Daily Record por ser "demasiado excéntrico", tras golpear una máquina de dulces. Lee un aviso en el diario San Juan Star, de Puerto Rico, y escribe al director: "Soy el mejor o el peor redactor jefe de deportes que podría conseguir". Es rechazado, pero viaja igual al Caribe. Prueba un par de meses en el Sportivo, una revista reciente de San Juan, dedicada a los bolos. Se emborracha al salir de la redacción hasta el amanecer. "He empezado la Gran Novela Puertorriqueña (Los diarios del ron)", le escribe a un amigo de EE.UU.

Thompson lee las novelas de Twain, Hemingway y admira a William Faulkner, a quien le escribe de regreso en Nueva York para pedirle dinero: "…si a consecuencia de esta carta siente Ud. el incontenible deseo de mandarme un cheque semanal, hágalo con entera libertad". No hubo respuesta.

En los 60 le escribe a Norman Mailer. Thompson trabaja de vigilante nocturno en un sauna y le molesta que Mailer no haya criticado a Richard Nixon en las elecciones presidenciales. A Tom Wolfe, autor del Nuevo Periodismo, le envía en 1965 el reportaje vivencial Los Angeles del infierno, sobre un grupo de motoristas que aterrorizaba la costa Oeste, con los que pasó varios meses y documentó sus borracheras y robos. "Ardo en deseos de verte aquí; tendré preparada una botella para la ocasión". En 1966, le escribe a Allen Ginsberg: "Parece que el libro Los Angeles del infierno se publicará este otoño y he incluido tu poema To the Angels".

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