Qué pena tu vida




Señor director:

A propósito de la película Qué pena tu vida, del director y guionista chileno Nicolás López, y debido a varios comentarios que aparecieron en numerosos sitios de internet, foros y Facebook, nos tomamos la molestia de ir a ver con algunas de las mamás de los niños con los cuales trabajamos. Quisimos verla primero, porque no creemos correcto realizar un juicio sin el conocimiento previo de lo que trata.

Comprendemos que el cine es una forma de arte y, como tal, tiene derecho a la libertad de expresión, pero también consideramos nuestra labor un arte, desarrollado a diario con 180 niños, todos con síndrome de Down, desde recién nacidos hasta 13 años.

Hay 23 profesionales entre fonoaudiólogos, educadoras, kinesiólogas y terapeutas ocupacionales. Tenemos 10 años de presencia en San Bernardo, 10 años de difícil labor contra el prejuicio y la discriminación.

El cine es un arte, pero como tal debería evitar lo grotesco y, sobre todo, no difundir información falsa y reforzar prejuicios errados.

Estamos profundamente molestos por la sátira de mal gusto que se ve en la película contra las personas con síndrome de Down y tenemos muchísima pena por el director y por los actores de esta misma, que han aprovechado un medio de comunicación masivo para herir, ofender e insultar deliberada e innecesariamente a personas portadoras de síndrome de Down, olvidándose de que detrás de este nombre científico hay personas indefensas, con una dignidad y un futuro que en una sociedad civil debiera ser nuestra tarea defender, proteger y mejorar.

Juan Emilio Parada

Representante legal

Corporación Edudown

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