Quién es el ex secretario de prensa de Menem tras los negocios de San Felipe

"¿Una veta empresarial? No creo que entonces la tuviera. Era un muchacho inteligente. En lo periodístico, era muy de arriesgar (...). Después supe que estaba de secretario de prensa (de Carlos Menem), pero soy de las personas que intentan no involucrarse cuando alguien tiene un cargo en lo político".

Así describe el entrenador Roberto Mariani al multifacético Raúl Delgado (56), actual presidente de Unión San Felipe y el hombre detrás del despegue del Uní-Uní: un equipo que, de correr en 2008 el riesgo de bajar a Tercera División, hoy ocupa buenas posiciones en Primera A y se prepara para enfrentar a Liga de Quito por la Copa Sudamericana.

Paralelamente, Delgado también se ha convertido en cabeza de un club cuestionado. En primer lugar, en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, por convertir a San Felipe en lo que se denomina "club puente". Es decir, que adquiere los derechos federativos de jugadores emergentes o ya consagrados (como Gino Clara e Ignacio Piatti), no para que jueguen en San Felipe, sino para cobrar por transferirlos a otros clubes, principalmente extranjeros.

A esto se suma la investigación que abrió la Fiscalía de Talca por la bloqueada adquisición del quebrado club Rangers por parte de la sociedad Piduco S.A., cuyas socias son María Antonieta Costa y Montserrat Olivares, esposa e hija de Eduardo Olivares, abogado y presidente de la rama de fútbol de Unión San Felipe.

El propio Olivares explica que quien está detrás de Piduco no es su familia, sino que el ex abogado del club, el transandino Ricardo Pini, junto a Sebastián Pini: "Cuando se creó la sociedad, los asesores acá eran el estudio Pini, que es un estudio importante de Buenos Aires, y me hice muy amigo de ellos (...). San Felipe no tiene nada que ver. La relación entre Raúl Delgado y los Pini concluyó hace año y medio".

Para el diputado Gabriel Ascencio (DC), la figura de club puente (potenciada tras la creación de sociedades anónimas deportivas) permitiría la eventual comisión de delitos.

Por ello solicitará a Impuestos Internos y a la Superintendencia de Valores y Seguros informes económicos sobre San Felipe, antes de convocar a Delgado.

De "Palito" Ortega a Menem

"Vivo un poco acá y allá", dice Raúl Delgado al preguntarle por el tiempo que reparte entre Chile y Argentina. El empresario, que no suele hablar con los medios, responde sobre lo poco que, según cercanos al equipo, se le ve en San Felipe: "Estoy más que nada cuando el club me necesita".

Delgado tiene tras de sí una larga carrera en el periodismo deportivo, la política y las empresas de comunicaciones.

El ex DT de San Felipe Roberto Mariani recuerda que su ex jefe siempre fue sociable, lo que ya podía apreciarse cuando lo conoció, en 1977, reporteando deportes para una revista partidaria de Argentinos Juniors.

Más tarde pasó al diario porteño La Nación y desde allí incursionó en política.

Si bien Delgado asegura que no es militante, dice que el periodismo le permitió "trabajar con el justicialismo". Recuerda que "fui jefe de campaña en Tucumán de "Palito" Ortega, cuando le ganó la gobernación en el 91 al general (Antonio Domingo) Bussy. Después trabajé como secretario de medios en la intendencia de la Capital Federal (...). Mientras estaba ahí, me convocó el presidente".

Trabajó como secretario de comunicaciones en el segundo período de Menem, entre 1995 y 1999, tiempo en el que enfrentó más de una polémica.

Su primer año en el cargo coincidió con la muerte de Carlos Menem Jr. y, en ese contexto, la ex esposa de Menem, Zulema Yoma, se querelló en su contra.

El motivo de la acción fue que Delgado, según Yoma, llamó a los medios tratando de desacreditarla personalmente, debido a que sostenía que la muerte de su hijo correspondía a un atentado.

El abogado Juan Gabriel Labaké, quien representa a Yoma en la causa por Carlos Menem Jr., sostuvo que "ella presentó la calumnia, pero no prosperó".

Tras el fin del gobierno de Menem, Delgado se dedicó primero a su empresa de comunicaciones Accesos, y luego comenzó a abrirse camino en las empresas futbolísticas, con el Club Brown de Arrecifes. "Debe haber sido en 2002. Como fui periodista deportivo, en mi época tuve muy buena relación con dirigentes, jugadores que después pasaron a ser técnicos. Y, bueno, se fueron dando las cosas".