Rajoy cambia retórica sobre el rescate a España
<P> Por primera vez en sus siete meses en el poder, el primer ministro español no rechazó por completo la idea de pedir ayuda.</P>
Se dice en España que Mariano Rajoy es un político tan cauto que no deja ni siquiera que los anuncios pendientes se le crucen por la mente para que no se filtren.
Ayer, el presidente del gobierno nacido en Galicia, una región donde, de acuerdo al estereotipo nacional español, los lugareños son tan inescrutables que si se encuentran en una escalera, "no se sabe si están subiendo o bajando"-parecía estar rompiendo un hábito vital. España, reconoció, está considerando seguir el plan propuesto el día anterior por Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), y solicitar que el fondo de rescate europeo compre sus bonos soberanos para bajar el costo de su deuda.
Añadió, sin embargo, que cualquier solicitud solo vendría una vez que el gobierno supiera exactamente cuáles serán las medidas y condiciones que el BCE aún está por definir.
"Haré lo que considere mejor para el interés general de los españoles", dijo Rajoy, con una franqueza ausente el día anterior, cuando durante una conferencia de prensa con el primer ministro italiano Mario Monti, eludió las preguntas directas respecto del rescate.
Para los observadores regulares de Rajoy, este reconocimiento representa un cambio significativo de retórica. Fue la primera vez en sus siete meses en el poder que el primer ministro no rechazó por completo la idea de un rescate.
"Es un cambio importante", dijo Edward Hugh, economista radicado en Barcelona. "Claramente Rajoy está tratando de preparar al pueblo español para el rescate. Cada día se acerca más", agregó.
Al reconocer que una solicitud formal al Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (Feef) para comprar deuda de España no era una posibilidad ahora, Rajoy acuñó un tono desafiante.
Elogió los esfuerzos de su gobierno para enfrentar la crisis y enfatizó que no haría nuevas reformas, como ajustar las pensiones estatales, siguiendo una serie de severas medidas de austeridad tomadas previamente.
"Fue muy claro en señalar que no haría nada más", dijo Antoni Gutiérrez-Rubi, autor del blog Micropolítica. "Usó el término 'injusto' muchas veces en su discurso y pareció insistir en que no estaba dispuesto a hacer más reformas para obtener la ayuda que él cree España merece".
España, dijo Rajoy, ya ha tomado medidas adicionales, como la reforma radical de su mercado laboral, aunque todavía no es compensada por los mercados financieros. Durante el tiempo que él ha estado en el poder, los mercados han empujado el costo de la deuda del país a los máximos históricos en la era del euro.
"La eurozona no puede aceptar, si realmente estamos hablando de un proyecto para millones de ciudadanos, que haya tanta diferencia de financiamiento entre sus miembros", dijo.
Para los funcionarios en Madrid, España ya "hizo su tarea".
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