Realizan masiva minga de curanto para rescatar el uso y patrimonio de la papa chilota
<P>Comunidad de isla Lemuy utilizará sólo papa chilota para la preparación que degustarán 1.500 personas. </P>
La minga es un trabajo colaborativo entre vecinos de Chiloé, ya sea para trasladar una casa, hilar vellones, fabricar chicha o elaborar un curanto gigante. Después de meses de organización, el próximo 8 de febrero, en Puqueldón -isla de Lemuy- cocinarán el curanto "Minga de Raíces", el cual podrán disfrutar 1.500 turistas.
En la preparación, donde la papa nativa o chilota será el principal ingrediente, se excavarán ocho hoyos de metro y medio de profundidad para que piedras al rojo vivo cocinen 4.200 kilos de almejas, choritos y cholgas, y 200 kilos de carne de cerdo ahumado en una especie de olla a presión, sellada con hojas de nalca y tierra para que el vapor de los jugos lo sazonen por una hora y media.
"Queremos preservar el cultivo de la papa nativa, sólo usaremos este tipo, que está certificada, y como comunidad nos hemos preocupado de conservar su material genético", cuenta Elson Cárcamo, organizador del evento que tendrá lugar en el colegio Raíces de Lemuy. "Haremos este curanto como se hacía antes, no separamos las porciones en malla como se hace en otros curantos más grandes como el de Calbuco", recalcó.
Los 600 kilos de papas que acompañarán al megacuranto, más otros 30 sacos sólo para los milcaos y chapaleles, serán de origen nativo y compradas a las "guardadoras de semillas", mujeres agricultoras de lugar que las conservan en bodegas. "Desde Puqueldón recibimos las variedades y logramos limpiar 112 tipos de todo virus y bacterias. Es un material genético de alta calidad y gran potencial que ahora están reproduciendo en el jardín de variedades del colegio Raíces de Lemuy", señaló Patricia Catalán, encargada de laboratorio de Inia La Pampa y que participó en el proyecto.
"Estas papas son únicas, son de días largos y no podrían reproducirse en el otro hemisferio" dijo la investigadora.
El día del curanto, la comunidad escolar también educará a los turistas sobre las papa chilota, la que tiene más de 200 variedades conocidas, todas de distintos colores, formas y sabores. "Nuestra idea es mostrar a los turistas la historia y los usos de la papa chilota, con talleres gastronómicos y charlas. Queremos preservarlas con un fin de conservación más que comercial, especialmente para que los niños conozcan esta herencia ancestral" sostiene Ximena Gallegos, asesora de Indap para las guardadoras y para el proyecto escolar.
Las papas de Chiloé lograron que el archipiélago fuera declarado Patrimonio Agrícola Mundial el 2010 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el 2013 se registró la marca Chiloé para sus productos ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi).
Agroturismo incipiente
Marta Andrade forma parte de la red de agroturismo Embrujo de Mujer. Tiene un hospedaje en su casa y un quincho a sólo un kilómetro del puerto de Chulchuy, donde llega la barcaza con los buses turísticos. "Yo sigo siendo agricultora y eso es lo que los turistas buscan. Siempre me piden que les prepare puré con papas chilotas y queda azul, rojo o casi negro. Quedan fascinados con los sabores y el aspecto tan distinto que da la papa acá" comenta.
Esta "isla dentro de una isla" sigue manteniendo el espíritu tranquilo del campo, que es una ventaja para un perfil de turista de intereses especiales. "Somos aún una comuna 100% rural, de difícil acceso, pero que preserva las tradiciones más antiguas de la isla y que las agencias están dando a conocer" señaló el alcalde Pedro Montecinos.
Un imperdible de la isla son las tres iglesias Patrimonio de la Humanidad que concentra, las que ya se pueden recorrer a lo largo del camino asfaltado hasta Detif, en el extremo suroriente de la isla.
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