Reos que sobrevivieron identifican al presunto autor del incendio en la cárcel

<P> Según los testimonios prestados en la indagatoria, responsabilizan a un condenado por robo apodado "El Aguja" como autor de las llamas.</P>




El grupo de cinco sobrevivientes del incendio, que dejó 81 muertos en la cárcel de San Miguel, entregó a la Fiscalía Metropolitana Sur información clave para esclarecer las circunstancias que desencadenaron la tragedia. Cuatro de estas personas se encuentran recluidas en el Módulo de Máxima Seguridad (MAS) de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, como medida de protección.

Dos de estos testigos protegidos entregaron el apodo del interno que habría originado el incendio con el ataque de un lanzallamas artesanal. Se trata de un condenado por robo con intimidación conocido como "El Aguja", de 20 años. Sin embargo, este antecedente aún está siendo verificado por la fiscalía, debido a que otro de los testigos niega que este reo haya ocasionado la tragedia.

En sus testimonios, sostienen que vieron al reo ocupar el lanzallamas acompañado por otro preso.

Los testigos han dicho que, efectivamente, la riña se originó por una disputa territorial. Según un reo que no ha declarado ante la fiscalía, la riña la habrían comenzado cinco presos provenientes de la Penitenciaría y que tenían una disputa de espacios en la celda del sector sur.

Otras personas que presenciaron el hecho sostienen que un grupo quería expulsar de la celda a un interno supuestamente por mala conducta y otros, entre los que se encontraba "El Aguja", salió en su defensa.

Mario Apablaza, uno de los funcionarios de Gendarmería de la cárcel de San Miguel, confirmó ayer que se trató de una disputa en la que un grupo de reos buscaba la expulsión de la celda de un condenado por violación. "Aparte de las diferencias que ellos tenían a diario, había internos que no querían que (el condenado por violación) estuviese en el pabellón. Ellos no querían que ese interno estuviese en ese sector", sostuvo ayer el funcionario.

Agregó que este hecho "fue acrecentando las diferencias que tenían. Además, la chicha artesanal o algún tipo de droga que ellos podrían haber consumido, pudo encender los ánimos".

En sus declaraciones, dos de los testigos señalaron que la riña definitiva comenzó cerca de las 5.30 de la madrugada, con una discusión que minutos más tarde derivó en el fatal incendio.

Venta de balones

Ayer, declararon los cuatro funcionarios de Gendarmería que estaban de turno en la madrugada del incendio. Se trata de un teniente y de otros tres funcionarios. Todos eran parte de la guardia nocturna.

Declararon que no tienen cursos ni los implementos para hacer frente a estas emergencias. También señalaron que en el economato de la unidad penal, administrado por funcionarios de la institución, se les vende balones de gas a los internos.

Ayer, el Ministerio Público le pidió a Bomberos un peritaje para determinar el origen del siniestro. El fiscal Alejandro Peña, a cargo de la investigación, dijo que la hipótesis del ataque con un lanzallamas "es la que está cobrando más fuerza".

Una de las líneas de investigación es verificar si el recinto penal tenía todos los elementos necesarios para hacer frente a la riña.

De acuerdo con una primera inspección, al interior del penal hay un solo grifo y la red para hacer frente a siniestros no estaba en buen estado.

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