Restaurante César tuvo su último domingo en Zapallar

<P>El municipio licitará una nueva concesión para el privilegiado lugar de Playa Grande.</P>




Una soleada tarde acompañó ayer a los más de 120 comensales que disfrutaron el último almuerzo dominical en el tradicional restaurante César, de Zapallar. El lugar, con 71 años de historia, cerrará sus puertas este miércoles 27 de abril, al cumplirse el plazo otorgado por la municipalidad, tras vencer en julio la concesión a la familia de César Rojas, su fundador.

El municipio licitará una nueva concesión para el privilegiado lugar de Playa Grande, proceso que ha provocado divisiones al interior del propio establecimiento.

Ayer, pocos clientes sabían del cierre. El ambiente familiar era el mismo de siempre, con los antiguos garzones llamando por su nombre a buena parte de la clientela.

"Don Cote, ¿lo atendieron?", pregunta uno de ellos a Cote Evans. Hace más de una década que el conductor radial y televisivo frecuenta el local y, por eso, comprende la preocupación de quienes por años lo han operado, pero también de quienes quisieran postular: "Es un lugar absolutamente privilegiado. Lo único que uno quisiera es que esto se resuelva lo antes posible".

El restaurante es toda una tradición. Tal como el tradicional Chiringuito, cada verano reúne a políticos, empresarios, rostros televisivos y ha recibido a bandas y artistas como Queen, Kylie Minogue y Soda Stereo.

En noviembre, ya había cerrado sus puertas por un mes y por primera vez en su historia, pero un acuerdo con el municipio permitió que funcione hasta el miércoles. Ahora, el cierre sería definitivo, mientras se resuelve una nueva concesión. "Esto cierra un ciclo de 75 años de historia que comenzaron con mi abuelo. Es nostálgico y me pongo en el caso también, y como cliente, me daría una lata tremenda, no vendría acá, porque me daría pena", dice César Díaz, nieto del fundador.

El 21 de abril, Díaz presentó una carta al alcalde Nicolás Cox y al concejo municipal, para comprometerse a invertir en la remodelación y fijar nuevas condiciones económicas: hoy paga un permiso de $ 3 millones anuales, "que sé que es muy poco, pero estamos dispuestos a hacer una importante inversión en líneas rústicas y maderas nobles".

Hoy está enfrentado con un grupo de sus propios trabajadores. Se trata de seis garzones -entre ellos, el jefe, Aníbal Vera, con 40 años en el local- y dos cocineros, que -como explican-, siguiendo la sugerencia del alcalde Cox para proteger su fuente laboral ante una futura concesión, crearon la Cooperativa de Trabajadores del Restaurante César. Apoyados por los empresarios Rodrigo Danús y Jorge Pozo, esperan postular a la licitación. "Estamos esperando las bases de la municipalidad", cuenta el garzón Jorge Valdés.

Y Danús, quien ayer almorzaba con su esposa, cuenta su proyecto: "Estamos tratando de ser parte de ese grupo, hay que juntar plata... Uno viene por la buena comida y por la gente que te atiende, que te quiere".

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