Reúnen las cenizas de Chandler y su esposa




Raymond Chandler había vuelto a beber y lo golpeaba una depresión cuando en marzo de 1959 falleció. Nunca se recuperó de la muerte de su segunda esposa, Cissy Pascal, cinco años antes. "Fue el latido de mi corazón por 30 años", dijo el escritor policial estadounidense. El plan de Chandler era que sus cenizas descansaran junto a las de su esposa. No pudo gestionarlo. El lunes pasado, convenientemente el Día de San Valetín, sucedió: después de 50 años, los restos de Cissy, que estaban en Los Angeles, fueron enterrados en el cementerio de San Diego donde se encuentra la tumba de Chandler. Organizada por lectores del autor de El largo adiós, la ceremonia fue un homenaje que incluyó una procesión en automóviles de los 40, una banda de jazz y lecturas de los libros del Chandler.

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