Revelan diálogo entre ex intendente Tohá y ex jefe naval el 27-F

<P>Según testimonio judicial de alto mando de Carabineros, se trató de una comunicación radial en la que se decartó la posibilidad de tsunami. </P>




"El contraalmirante (Roberto Macchiavello) estaba en el vehículo policial, por lo que le manifesté que el intendente (José Tohá) se encuentra a la escucha y que deseaba saber si había o no alerta de tsunami; a lo que el contraalmirante Macchiavello señaló por radio: 'No hay alerta de tsunami', le solicité que reiterara la información e indicó nuevamente: 'No hay alerta de tsunami', esa comunicación fue escuchada por los que nos encontrábamos en Cenco, por las radios de los móviles que se encontraban en la población (radiopatrullas) y por los portátiles que se encontraban en frecuencia".

Con este relato, el jefe de la Octava Zona de Carabineros de la Región del Bíobío, general Elieser Solar, detallaba la conversación que, a eso de las 4.10 horas del 27 de febrero de 2010, sostuvieron los integrantes del comité de emergencias -encabezado por el ex intendente José Tohá- y el entonces comandante en jefe de la Segunda Zona Naval, contraalmirante Roberto Macchiavello. Este último debía informar sobre el peligro de un maremoto en las costas de Concepción tras el terremoto de 8,8 grados Richter.

El diálogo entre Tohá -que estaba en la Prefectura de Carabineros- y el contraalmirante Macchiavello -instalado en la Base Naval- se efectuó desde la radio de una patrulla policial, único medio de comunicación habilitado tras la falta de electricidad y la caída de las antenas de celulares. Por este motivo, la conversación fue captada por todos los vehículos de Carabineros del sector, a quienes luego se les ordenó iniciar labores para que "tranquilizaran a la población, a fin de evitar el caos".

Uno de los policías que captó este diálogo, pasadas las 4.10 horas, relató al equipo investigador que lidera la fiscal Solange Huerta, que el marino aseguró que "el epicentro fue en tierra, por lo que no existe posibilidad de producirse un tsunami (...). Hay sólo marejadas más allá de lo normal, pero sin riesgo para la población".

Cerca de las 5 de la mañana, el ex intendente José Tohá se trasladó hasta la radio Bío-Bío donde, según el testimonio de la entonces alcaldesa, Jacqueline van Rysselberghe, la autoridad regional afirmó "que no hay riesgo de tsunami y llama a la gente a la calma, pero no recomienda salir o regresar a sus domicilios. No recuerdo si habló de la fuente desde donde obtuvo la información, pero reiteró en varias oportunidades que no había alerta de tsunami".

La ola

En paralelo a esta transmisión radial, el entonces supervisor de la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco), Domingo Riquelme, comprobó que el mar estaba recogido, pero no se alarmó, debido a que escuchó el anuncio de la Armada.

Pero a los pocos minutos, la calma se rompió de forma abrupta: "Escuché (al policía Roberto) a Carvajal gritar desde la calle que el mar se estaba saliendo, miré por la ventana y vi que efectivamente venía una masa de agua ingresando por Avenida Blanco Encalada, desde la Plaza María Isabel, así que de inmediato salí corriendo en dirección a las escaleras (...), allí escuché el agua ingresando a la prefectura, sentí un ruido y el edificio se movió. Durante ese lapso el ruido era infernal, se escuchaban los containers chocando entre sí".

El ingreso de la primera ola que azotó a la zona de Talcahuano y Dichato, según confirmó posteriormente la Armada, se efectuó a las 3.54 horas, aunque la más destructiva -la tercera- entró después de las 7.00.

La falta de alerta de tsunami dejó 156 personas muertas (21 de ellas en Talcahuano y otras 12 en Dichato), y otras 25 desaparecidas.

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