Revisión de Fonasa detectó a 16 mil personas que figuraban como indigentes pese a cotizar

Un total de 673 mil beneficiarios mal clasificados, fallecidos o con las cotizaciones obligatorias impagas, detectó Fonasa tras realizar un proceso masivo de depuración y actualización de la base de datos de sus afiliados.

El proceso, pendiente desde 2005 en el seguro público -que agrupa a más de 13.3 millones de personas-, permitió identificar a 16.202 usuarios que, pese a acotizar, se encontraban en el grupo A, tramo que corresponde a la condición de indigente, por no poseer ingresos, y que debido a ello no deben pagar en la red pública cuando requieren una consulta ambulatoria o quirúrgica.

Al respecto, la directora del servicio, Jeanette Vega, expresó que "de acuerdo a los datos externos, estas personas estaban cotizando, por ende no les correspondía estar en el tramo A. Es probable que la gran mayoría sean personas que se agregaron a la fuerza laboral".

A este primer grupo, que fueron removidos a los tramos B y C de Fonasa, se suman otros 626.973 afiliados que no habían pagado la cotización de salud, correspondiente al 7% de su sueldo, entre enero y diciembre de 2014. Además, otros 29.260 usuarios ya habían fallecido y permanecían en los registros de Fonasa.

Vega, añadió que el proceso de depuración realizado permitirá optimizar la eficiencia asignativa de los recursos del Estado, pues mediante la información correcta de los beneficiarios se puede proyectar el gasto de forma más precisa y evitar así fraudes. "Uno de nuestros objetivos estratégicos es la optimización de la gestión financiera. Si consideramos que la recaudación de cotizaciones es la principal fuente de ingresos de Fonasa, es fundamental tener la información de cotizantes actualizada", precisó la directora de la entidad, quien añadió que "los usuarios tienen que estar correctamente clasificados para asegurar que tengan acceso a todos los beneficios que les corresponden de acuerdo a su tramo".

El proceso tomó un año de trabajo, puesto que no sólo se acreditó a los afiliados, sino que se eliminó -además de los fallecidos- a personas que estaban registradas en distintas isapres.

Para poder verificar la información de los usuarios, en tanto, se cruzaron las bases de datos de varios organismos como el Registro Civil, que entregó su información sobre decesos. También se utilizaron los archivos de las aseguradoras privadas, entre otros.

Bases

Ronny Lenz, ex director de Fonasa y académico de la U. de Chile, explicó que es necesario poner en marcha estas revisiones porque el seguro público no cuenta con la denominada "base positiva". Ello quiere decir que, a pesar de que cotizan en Fonasa, no se presentan a afiliarse -como sucede en el Registro Civil, cuando alguien quiere obtener una cédula-, sino que son sus empleadores los que pagan el 7% de cada sueldo, sin individualizar a las personas.

Añadió que se debería hacer un chequeo de los datos mensualmente, porque los usuarios cambian rápidamente de nivel de ingresos, por una mejor remuneración o bien por estar desempleado.

El director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Oscar Arteaga, señaló que valora la gestión en la entidad, pero aclaró que los cambios son lentos en el sector público.

"Sin embargo, pienso que Fonasa funciona bien en las modalidades de Libre Elección e institucional para quienes están inscritos. Se hace cargo de la población de mayor carga de enfermedades del país y a las personas se les ofrece un seguro razonable, como también a los usuarios de isapres que han sido excluidos", dijo.