Ripley sale de Colombia tras el fracaso de su plan de inversión

<P> Compañía es el segundo retail chileno que abandona el país cafetero en dos años, luego que La Polar anunciara su salida en 2014.</P>




Cuando el retailer Ripley anunció en 2012 que ingresaba al mercado colombiano, lo hizo con bombos y platillos. Comprometió una inversión de US$ 272 millones para un período de cuatro años y algunos ejecutivos incluso llegaron a decir que la firma podría estar operando 20 tiendas en un plazo de 10 años.

Sin embargo, tras cerca de cuatro años de ese anuncio, la historia tuvo un desenlace totalmente diferente. "El directorio de la compañía ha tomado la decisión de finalizar la operación en Colombia", informó ayer el gerente general (S), Sergio Hidalgo, a través de un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).

Hidalgo explicó que la firma "realizó significativos esfuerzos para cumplir con su plan de inversión en dicho país. Se pusieron en marcha múltiples iniciativas para hacer competitivas las tiendas y alcanzar las metas propuestas, pero no se dieron las oportunidades para materializar el plan de negocios originalmente previsto".

Añadió que, sumado a lo anterior, "el escenario macroeconómico de Colombia sufrió cambios que no eran previsibles en la época en que se decidió invertir en ese país. De este modo, no se produjeron los resultados esperados ni los niveles de participación de mercado necesarios para garantizar la sostenibilidad de la operación en el mismo".

Este fracaso del plan de negocios se refleja en las cifras que el retailer, ligado a la familia Calderón, exhibe en ese país. Entre enero y septiembre de 2015, reportó pérdidas por 11.755 millones, de las cuales $ 11.183 millones corresponden al negocio de las tiendas por departamento y otros $ 472 millones al negocio financiero.

Con todo, el mercado recibió de forma positiva el anuncio, pues la acción de la firma subió 2,57% durante la jornada y cerró en $ 286,70.

¿Qué implica la salida?

Por un lado, Ripley informó ayer que llegó a un acuerdo para venderle su cartera de colocaciones del negocio financiero a Banco Popular de Colombia. Si bien no detalló el monto de la transacción, cabe precisar que esta cartera de préstamos ascendía a $ 25.045 millones, a septiembre del año pasado, según datos de la empresa.

A su vez, la firma se dio un plazo de 90 días para el cierre "ordenado" de las seis tiendas que opera en ese mercado, las cuales suman una superficie de ventas de 34.543 metros cuadrados. De las seis, es dueña de dos y las otras las arrienda.

Sobre este tema, el gerente corporativo de finanzas, Juan Duiana, señaló en un conference call que están en conversaciones para vender las dos tiendas que son de su propiedad: una está ubicada en el Centro Comercial Mayor (Bogotá) y la otra en el Centro Comercial Oviedo (Medellín). "Estamos en trabajo. Eso es obviamente una materia que va a tomar algo más de tiempo", afirmó.

La compañía estimó que, en términos netos, la salida del mercado colombiano aportará cerca de US$ 18 millones en flujos de caja para 2016.

Así las cosas, Hidalgo remarcó que "esta decisión es consistente con la visión estratégica de la compañía que enfocará sus recursos al fortalecimiento y consolidación de su presencia en los mercados de Chile y Perú, en los que actualmente tiene operaciones sólidas y con oportunidades de crecimiento".

De esta forma, Ripley se transformó en el segundo retail local que abandona Colombia. El otro caso corresponde a La Polar, que anunció su éxodo en 2014.

"El directorio de la empresa con fecha 27 de febrero ha acordado su salida de Colombia, país en el que por medio de su filial La Polar SAS y sociedades relacionadas, cuyos resultados no se han dado conforme a lo esperado", dijo César Barros, presidente de La Polar en ese entonces.

Las otras compañías

"Durante los últimos años, la internacionalización ha tomado un papel relevante dentro de los planes de inversión de las compañías locales, especialmente en la industria del retail, donde Colombia ha sido uno de los principales focos expansivos", dijo Verónica Pérez, de Bci Corredor de Bolsa, en un reporte.

En efecto, añadió, la baja penetración de los negocios de retail en el país cafetero ha llevado a que las perspectivas de crecimiento sean altas. Advirtió que, sin embargo, "no son desconocidas las dificultades de operar en Colombia, donde además de la desaceleración de su economía, recientemente se sumó un alza en impuestos".

Los otros grandes retailers chilenos que operan en ese país son Falabella y Cencosud. Sin embargo, Claudio Ormazábal, analista de EuroAmerica, sostuvo que ambas firmas están en buen pie.

"Falabella es líder en tiendas por departamentos en Colombia, donde exhibe buenos resultados. Por ello, la medida que tomará será, probablemente, realizar ajustes de eficiencia y revisar los inventarios. En tanto, si bien para Cencosud se hace un poco más difícil llevar a cabo la consolidación de su operación de supermercados, tiene una cadena de 100 locales, lo que le da una economía de escala sólida", dijo.

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