Roberto Matta: el hombre de dos mundos recala en Buenos Aires

<P><I>Una exposición con 40 obras, entre pinturas, dibujos, grabados y esculturas provenientes de colecciones chilenas y argentinas, se inauguró el jueves en el Centro Cultural Matta, en presencia de la Presidenta Michelle Bachelet. La muestra busca recuperar los nexos del pintor con Latinoamérica. </I></P>




Un Buenos Aires revolucionado fue el escenario, el pasado jueves, de la inauguración de Matta. Este lado del mundo, exposición con 40 obras del gran artista chileno con que el Centro Cultural que lleva su nombre, en pleno corazón de la ciudad, cierra su temporada 2015.

A mediodía se había realizado el cambio de mando: ingresaba Mauricio Macri y se acababan casi diez años de kirchnerismo en la Casa Rosada. Al término de las ceremonias oficiales, la presidenta Michelle Bachelet se dio un momento para encabezar el evento que abría una de las más importantes exhibiciones de Roberto Matta que se hayan realizado en Argentina e incluso en Latinoamérica, al decir de sus curadoras: María José Fontecilla, agregada cultural de Chile en Argentina, e Inés Ortega-Márquez, encargada en 2011 de la exposición que celebró los 100 años del nacimiento de Matta (1911-2002) en el Centro Cultural Palacio La Moneda.

La segunda de las mencionadas recuerda dos muestras importantes del surrealista chileno montadas en el país vecino: una realizada en los años '50 y otra en los '90, Tras las huellas de un gigante. Destaca especialmente la actual exposición por ser representativa de períodos fundamentales, abarcando pinturas, dibujos, grabados y esculturas de 1939 a 1985. Se incluyen, por lo tanto, sus mejores años, que para la experta están entre los '40 y los '50, cuando es expulsado del surrealismo y, a través de lo figurativo, empieza a jugar con lo político, "enojado por las masacres históricas del hombre contra el hombre". Sin dejar, por ello, de ser abstracto.

Se encuentran, entonces, dibujos tempranos del momento en que integraba las filas del surrealismo: pinturas clave, como El día es un atentado (1942), El nacimiento de América (1952) y Eros enfant (1985), que van representando su impronta metafísica, el arrojo del automatismo al expresionismo abstracto o el poder alegórico de su figuración. También hay series como El gran Burundú-Burundá ha muerto (1975), donde se refiere a las violaciones a los derechos humanos en Latinoamérica, y Verbo América (1985), sobre la obra de poetas esenciales de nuestro continente, como César Vallejo, Rubén Darío y Gabriela Mistral.

Uno de los intereses de la exposición, afirma Fontecilla, "fue recuperar a Matta en este lado del mundo. Traerlo de vuelta. Hablarlo desde el lugar donde siempre estuvo ya que, a pesar de los años que vivió entre Europa y Nueva York, de la influencia que tuvo desde allá, siempre se relacionó con Latinoamérica".

El otro interés, agrega, fue institucionalizarlo: "Mostrar cómo las instituciones, los museos y fundaciones de ambos lados, además de coleccionistas privados, se han encargado de situarlo en nuestro territorio como uno de los grandes del continente".

Se hacen presentes así, del lado chileno, piezas del Museo de Bellas Artes, del MAC, del Museo Salvador Allende y del MAVI. De Argentina, hay obras del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se suman piezas de coleccionistas privados como Isabel Aninat, Juan Salinas y Ana María Stagno, así como de la propia Fontecilla.

Para Ortega-Márquez, la muestra cumple ese deseo de mostrar cuán interesado estuvo Matta en el continente. "Vemos simbologías incaicas, su relación con la literatura y cuán atento estuvo a la situación de las dictaduras. Está también representado, entonces, ese compromiso con nuestra realidad política y social".

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