Rusia pondrá en marcha planta nuclear en Irán, pese a sanciones

<P>La central de Bushehr entrará en funcionamiento el 21 de agosto, cuando comenzará a cargar el combustible.</P>




La polémica central nuclear de Bushehr, en Irán, entrará en funcionamiento dentro de una semana, el 21 de agosto. Así lo anunció ayer Sergei Novikov, el portavoz de Rosatom, la corporación estatal rusa para energía atómica.

Estados Unidos ha mostrado en repetidas ocasiones su preocupación por la construcción de la planta de Bushehr y por las intenciones rusas de construir otros cinco reactores nucleares en Irán en los próximos 10 años. Washington teme que, tras los planes de Teherán de desarrollar la energía atómica civil, se escondan otros que tendrían como fin obtener armas nucleares. Irán niega que tenga esas intenciones, pero no ha cumplido con todas las exigencias de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), lo que, a su vez, ha provocado la aplicación de nuevas sanciones contra el régimen de los ayatolas.

Moscú, que ha tratado de tranquilizar a Washington por lo menos en lo que a la central de Bushehr se refiere, sostiene que las últimas sanciones adoptadas contra Irán no afectan a esta planta. El combustible para su funcionamiento es enviado desde Rusia, y posteriormente, una vez utilizado regresará a este país.

El reactor de Bushehr tiene un costo aproximado de US$ 1.000 millones, lo que en gran medida explica que el Kremlin se haya resistido a las presiones de EE.UU. para abandonar el proyecto. Está por verse si, después de que comience a funcionar Bushehr, Rusia seguirá realmente adelante con los planes de ayudar a los iraníes a construir otras centrales nucleares.

Eso sí, los rusos retrasaron el proyecto de Bushehr, planta que debería haber comenzado a dar electricidad, según los planes iniciales, en 1999. Después se aseguró que estaría completada en 2003, pero han tenido que pasar otros siete años para que esto se convirtiera en realidad.

Además, Moscú ha congelado prácticamente la venta a Irán de sistemas antiaéreos defensivos S-300, que el régimen de los ayatolas quería desplegar junto a sus centrales nucleares para defenderlas de posibles ataques. No hay que olvidar que Israel bombardeó, el 7 de junio de 1981, la planta Osirak, construida por los franceses en Irak. Y lo hizo ante el temor de que Saddam Hussein pudiera obtener armas nucleares.

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