Sal Lobos mira al mercado chino y construye nueva planta en el norte

El Salar Grande de Tarapacá, a 60 kilómetros al sur de Iquique, es el centro de operaciones de Sociedad Punta de Lobos (SPL), la mayor productora de sal del país, controlada desde hace cinco años por la compañía alemana K+S. Ahí tiene un terreno de aproximadamente 500 kilómetros cuadrados y la mayor parte de su producción va directamente al mercado internacional para abastecer a la industria química y para ser utilizado en el deshielo de rutas, principalmente.

La firma, que factura US$ 500 millones anuales, está enfocada hoy en hacer nuevas inversiones para crecer en su producción y abrir nuevos mercados, especialmente China. "El volumen que consumen es impresionante, es un mercado que está por sobre las 60 millones de toneladas en consumo de sal y todos los años se agregan dos o tres millones de toneladas más. Hay una oportunidad muy buena ahí", dice Matthias Mohr, gerente general de la compañía.

Por eso, hace un mes Mohr junto a otros ejecutivos y visitaron el continente asiático para explorar las posibilidades de concretar negocios. "En el mercado chino existe una fuerte demanda y también ellos tienen limitaciones en su producción. Podríamos ingresar a ese mercado dentro de este año o el próximo", explica. La intención es hacerlo con socios asiáticos que conozcan el mercado y abastecer principalmente a la industria química. "Lo importante para nosotros es lograr acuerdos que nos den buenos márgenes y volúmenes, porque el trayecto es muy largo y hay riesgos de costos en el transporte", precisa Mohr.

SPL, que fue adquirida por K+S en junio de 2006 a un grupo de empresarios encabezado por José Yuraszeck en US$ 480 millones, produce al año seis millones de toneladas de sal. De éstas, solamente 300 mil toneladas se venden en Chile para abastecer a la industria química y, en menor medida, a la salmonicultura y para sus marcas de consumo masivo Sal Lobos y Biosal. A Estados Unidos, su principal mercado, envía entre tres millones de toneladas y cuatro millones de toneladas para deshielo de caminos. La firma abastece la Costa Este, desde Maine hasta Carolina del Norte. "Es un mercado muy interesante, porque hay mucha densidad de población y tráfico", dice. El segundo mercado que crece es Brasil, país al que envían 1,3 millón de toneladas, gran parte de ese volumen destinado a la elaboración de PVC. "Brasil es un mercado que ha crecido mucho. En los últimos cinco años doblamos las exportaciones", explica Mohr. En el mercado brasileño SPL abastece desde Sao Paulo hacia el sur y llegan a los puertos de Santos y Rio Grande do Sul. Debido a este tipo de crecimiento y a los potenciales nuevos negocios, Sociedad Punta de Lobos construirá una nueva planta para aumentar su producción de seis millones de toneladas anuales a ocho millones de toneladas. La planta, que se sumará a otras cuatro en el país, se comenzará a construir el próximo mes y debería estar operativa en diciembre del próximo año. "Hoy estamos produciendo al 100% de capacidad, lo que es muy bueno, pero al mismo tiempo no nos permite tener reservas ni producir más cuando hay inviernos muy duros en Estados Unidos y Europa, tal como ocurrió el año pasado", dice Mohr. El proyecto costará en total US$ 15 millones. Por otro lado, la compañía abrió hace tres meses una sucursal en la capital peruana para la distribución de su sal. "Perú es un país que está creciendo fuerte y su demanda va creciendo. Además, nos queda muy cerca, por lo que la logística se hace mucho más fácil", dice Mohr.

Para el traslado de la sal en el continente, SPL cuenta con la empresa marítima Empremar. Hace unos días cerraron la compra de un nuevo buque por US$ 30 millones, el que se sumará a los cinco ya existentes y sumarán una capacidad de transporte de un millón de toneladas al año. "El negocio de Empremar es muy importante, porque puedes ofrecerles a los clientes un paquete: la sal y su traslado", razona. Los buques zarpan desde los puertos Patillos I y II en Iquique, los que también son de propiedad de la firma, cargados con sal y de vuelta regresan con granos, especialmente desde Argentina y Brasil.

En paralelo, SPL evalúa la opción de desarrollar un proyecto energético para abastecer a su planta en el Salar Grande de Tarapacá. Mohr dice que el objetivo es utilizar la energía fotovoltaica. "Los costos de energía en el Norte Grande son muy elevados y nuestra intención es cambiar casi todo nuestro consumo a esta energía limpia", dice el ejecutivo, quien agrega que ello se podría combinar con energía eólica. El costo de este proyecto fluctuaría entre los US$ 10 millones y US$ 15 millones. "Pero esto aún está en estudio. Tenemos que ver dónde se va a ubicar, qué tipo de espejos utilizaremos y también la posibilidad de incorporar socios a este proyecto, porque los costos son altos", explica el ejecutivo.