Sala Tobalaba cierra en un buen momento para el cine arte

<P>En contraste con el fin de la sala de Providencia, el circuito ha mejorado su infraestructura y vive aumento de público.</P>




"Estimado público: Cine Arte Tobalaba deja de funcionar en este recinto. Agradecemos su preferencia durante este período". Así reza el cartel en la puerta de la sala de Av. Providencia, que da a conocer su cierre definitivo producto de una deuda contraída con un banco por el antiguo dueño, la que estaba siendo renegociada desde hace ocho meses, pero que no arribó a buen puerto.

Fue un término intempestivo para un reducto que se había posicionado como una alternativa de la cartelera, con estrenos en su mayoría exclusivos. El último de ellos, Misterios de Lisboa, de Raúl Ruiz, fue un pequeño éxito de taquilla: 995 espectadores en sus primeras dos semanas, superando a las multisalas que exhiben el filme.

La labor del actual dueño, Sandro Angelini, se había traducido en una audiencia fiel que permitía ofrecer cintas europeas con frecuencia. "Cuando lo tomé, hace cuatro años, el objetivo era dar estrenos exclusivos, y eso se cumplió", recuerda. Por ello, ya alistaba su nuevo plan: abrir otra sala en el lugar y comenzar el proyecto Road Movies Tobalaba, exhibición itinerante por regiones de la programación de la sala.

La experiencia del Tobalaba difiere de lo que sucedía hasta hace no mucho tiempo atrás, al referirse a las salas de cine arte: sinónimo de funciones vacías, balances en rojo y amenazas de cierre.

Hoy, el panorama es distinto. "Está muy bien", dice la encargada del Cine Arte Normandie, Mildred Doll, sobre los nuevos aires de la vieja sala de calle Tarapacá. "Hemos cambiado proyectores, butacas, telón, y aumentó el público. O sea, mejoró la infraestructura y mejoró la asistencia", resume, y da un dato: Nostalgia de la luz logró cerca de 4.200 espectadores en cartelera, y sólo en esta sala, como reposición, ya lleva 2.500.

La otra sala con azarosa existencia pasada es el Centro Arte Alameda. "Ahora vienen en promedio 10 mil personas más que hace dos años", resume la directora ejecutiva, Roser Fort. "Tenemos otras unidades como los eventos, lanzamientos y recitales, y ahora vamos a tener estrenos de nuestra propia distribuidora".

La mejora en infraestructura y una programación autónoma parecen ser claves. Pero el cierre del Tobalaba añade un problema: "Las salas de arte tenemos conformada la Red de Salas de Arte, para lograr representatividad, obtener cosas. Hay instituciones que nos exigen estar unidos. Por ello, su cierre es un daño enorme", dice Doll.

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