Salafistes, el filme sobre islamistas censurado para menores en Francia

<P> El documental da voz a líderes radicales y es el primero para mayores de 18 desde el año 2000.</P>




Agosto de 2012, Malí. La zona norte de este país de Africa está bajo el control del movimiento de Liberación del Azawad, MNLA, aliado de las organizaciones yihadistas Ansar Dine, Mujao y Aqmi. Con una pequeña cámara de video, el periodista Mauritano residente en París, Lemine Ould M. Salem, es autorizado a entrar a las ciudades de Gao y Tumbuctú, donde impera la sharia, o la ley musulmana. Ould consigue entrevistar a Oumar Ould Hamaha, líder del grupo Ansar Dine. Lo hace siempre escoltado por la policía islámica, la misma que patrulla armada de kalachnikovs, que golpea a las mujeres que no tienen el velo perfectamente puesto, o que corta en público las manos a los ladrones: "Un periodista de Al Jazeera me dio su teléfono y él accedió a mi entrevista aunque me pidió que ningún extranjero me acompañara. A mí me aceptó porque soy musulmán, y al ser de Mauritania, considera que soy de la región. Así que estuve dos meses solo, viajando desde Tumbuctú a Gao y luego regresé cuando hubo la intervención militar francesa".

Ould Salem recuerda que con los meses se dio cuenta "de que el fenómeno del salafismo había desbordado el norte de Malí". Había representantes de esta corriente que reivindica el retorno a los orígenes del Islam en Libia y Túnez, y de una interpretación radical de esta tendencia nacía el Estado Islámico: "Intenté entonces ir a Siria, pero habían secuestrado y ejecutado a periodistas árabes. La situación era muy peligrosa".

Esas imágenes y testimonios de imanes y líderes políticos salafistas recogidos durante tres años en Malí, Túnez o Mauritania junto al cineasta Francois Margolin, forman parte del documental Salafistes, que estrenaron en Francia en medio de dificultades.

Una semana antes del debut, el 26 de enero, la comisión de clasificación de obras cinematográficas (CNC) recomendó que la película fuera censurada a los menores de 18 años, y acompañada de una advertencia: "A causa de imágenes demasiado violentas". Un miembro de la Comisión y representante del ministerio del Interior fue más lejos: pidió evitar el estreno de la película por "apología del terrorismo".

Los documentalistas realizaron entonces una nueva copia: entre otras imágenes, retiraron la secuencia en que los hermanos Kouachi, los autores del atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, dan muerte al policía Ahmed Merabet. Las reticencias del CNC mantuvieron en suspenso la salida en cines de la obra hasta el 27 de enero, cuando la ministra de Cultura confirmó la necesidad de una advertencia y la censura a menores de 18.

Aún en medio del huracán, Lemine Ould M. Salem dice que "el clima político en Francia después de los atentados no es bueno. Las autoridades están traumatizadas y piensan que todo lo que toca a estas cosas es sensible. Antes del estreno mostramos la película a periodistas, investigadores y expertos de lucha contra el terrorismo. Nadie dudó de nuestras intenciones, ni habló de apología del terrorismo. Nuestro objetivo es mostrar cómo se comporta esta gente que dice tener un proyecto político de fondo".

Ould Salem afirma que el "público no es tonto, los jóvenes entienden todo" y explica que su documental es diferente porque "fueron con verdaderas preguntas" al encuentro de estos líderes. "Quisimos saber qué piensan de la democracia, de la laicidad, de Israel, de los homosexuales, de las mujeres, o del matrimonio gay", dice. "Son preguntas de fondo, que incluso los musulmanes se hacen entre ellos".

A Salafistes se les ha criticado incluso que no tenga narración en off para relatar escenas de "extrema violencia" que se mezclan con publicidad yihadista: "Es una elección editorial", agrega Ould. "Francois viene de la escuela documental de Raymond Depardon, donde no hay voz, no hay texto. Nosotros comenzamos con el discurso yihadista y terminamos por los habitantes, musulmanes simples, del norte de Malí, que ven este fenómeno como una religión nueva".

En principio 32 salas de cine pasarían la película, pero sólo lo hicieron una decena de cines en Francia: "La polémica les dio miedo, porque las salas tienen subvenciones del CNC. Pero ahora que han visto cómo fue el estreno en París, hemos recibido pedidos". Y agrega que "si hubiésemos salido antes de los atentados de Charlie Hebdo, o del 13 de noviembre, nos hubieran aplaudido por enseñar cómo piensan y cuál es el discurso del yihadismo. Pero parece que hay pereza intelectual en los políticos aquí y en los países musulmanes".

La polémica despertó la solidaridad de otros cineastas. El apoyo más simbólico: el de Claude Lanzmann, autor del documental Shoah sobre el Holocausto judío, que en calificó el filme de "verdadera obra maestra" para entender el islamismo.

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