Salud a bajo costo

<P> Las consultas a precio módico han aumentado como una opción barata para atenderse por $ 3.000. Se repletan de extranjeros, muchos de ellos indocumentados, y gana terreno entre sectores populares. Colegio Médico plantea que atenciones podrían estar ligadas a la compra de medicamentos en cadenas de farmacias relacionadas. </P>




"Mire, yo pago $ 2.400 en pasajes para traer a mi marido enfermo y $ 2.000 en una consulta. ¿Cómo puede ser que uno gaste más en micro que en pagar al doctor?", dice Laura (45), quien desde Conchalí visita la consulta de la doctora ecuatoriana Mónica Vaca, en Santo Domingo con Bandera. Una ubicación estratégica, en pleno casco antiguo de Santiago, a pocos metros de Extranjería, de los locales de comida foránea y a una cuadra de la Catedral, punto de búsqueda de empleo para los migrantes que llegan a Chile y principales usuarios de estos locales de salud a bajo costo.

Se trata de consultas, por lo general, pequeñas, carentes de decoración y con pocos asientos. Juan Cabrera, joven dominicano, señala que prefiere acudir a éstas porque "en Chile se debe esperar muchas horas para ser atendido. No es como en mi país". En el local, ligado a la cadena de farmacias Dr. Ahorro, la espera dura una hora. La doctora va al grano: pregunta qué lo aqueja, da una rápida revisión midiendo la presión arterial, pesa, y en la camilla ausculta. Ordena exámenes y pone fin a la atención.

Jorge, de 70 años, afirma que está aquejado por enfermedades crónicas "y entre tener que ir a la posta y pedir número, vengo acá. Es más rápido y muy barato". Su jubilación es de apenas $ 170 mil al mes y estos módicos valores se ajustan a su bolsillo.

Frente a la doctora Vaca y como competencia directa, atiende el médico de la Universidad de Cuenca, en Ecuador, Paul Cardoso López, quien relata que la consulta que atiende es un comodato entregado por la cadena de farmacias Dr. Simi. Este profesional posee una pequeña oficina con ocho asientos, donde los usuarios deben cancelar $ 3.000 por la consulta. Atiende a unos 30 enfermos cada mañana: "La mayoría de los que vienen son gente de escasos recursos, migrantes sin papeles y hasta personas que andan de vacaciones sin seguro de salud". ¿Y qué gana con un arancel tan bajo? "El pago queda para mí. Me ayuda atender otra consulta por la tarde". Reconoce que su público objetivo son los extranjeros, pero comenta que para los chilenos esta red es de gran ayuda: "Llegar a la posta a las cinco de la mañana en busca de un número y esperar cuatro horas para ser atendidos es complicado para cualquiera. En cambio acá, las personas aguardan su turno, son atendidas y luego se van".

Aunque su local es pequeño, está bien equipado: posee el sistema de huella electrónica e-med para emitir licencias médicas, aunque aclara que "no le doy a cualquiera".

Henry, un joven peruano afectado hace días por dolores al colon, debió acudir donde Cardoso a tratarse. "Es mi primera vez y vine porque yo no tengo aún los papeles al día. Acá me ven rápido y ya me mandaron a hacer exámenes", sostiene. El doctor, como muchos de sus pares extranjeros en estos locales, defiende la Medicina Familiar, que es la base de la atención en varios países de América Latina, pero que en Chile exige cursar una subespecialización. El mismo modelo ocupa el doctor chileno Juan Evangelista Rozas, reconocido por sus aranceles a bajo costo: $ 5.000 (ver nota secundaria).

Cadenas

El doctor Cardoso está ligado a la compañía internacional Dr. Simi que hace una década comenzó a ofrecer servicios médicos a bajos precios. Partieron instalando locales en el centro y hoy poseen 15 consultas en Santiago, en sectores populares como San Joaquín, San Ramón y Puente Alto.

Desde México, la encargada de América Latina de la firma Dr. Simi, Carmen Villafraña, expresa que se evalúa expandir la red a otras regiones del país, debido al éxito que se ha registrado entre los usuarios. Los pacientes han ido en alza en los últimos años: en promedio se atiende a 50 usuarios por día, la mayoría foráneos.

A pesar del alto interés de los usuarios, la encargada de la compañía da cuenta de otro hecho: "Hemos tenido ciertos problemas para que los médicos chilenos compartan esta mística y espíritu de servicio, accediendo a cobrar costos tan bajos", dice. En Santiago, la red cuenta con 17 médicos provenientes de Ecuador, Colombia y Bolivia. Villafraña comenta que en Chile se han puesto llamados en publicaciones y en la web, "pero no hay interés y por eso no hay especialistas en nuestros locales", dice.

El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, matiza el éxito de estos lugares. A su juicio, los profesionales son libres de fijar sus tarifas, pero sostiene que "mi impresión es que la atención de esos usuarios está muy ligada a que los pacientes compren medicamentos en esas empresas".

Villafraña responde que el monto que paga el usuario "corresponde al sueldo de los doctores. Nosotros no recibimos nada y no se obliga a comprar en las farmacias", aclara .

A diferencia de Santiago, en México hay 9.500 médicos enlistados. En 2014, se abrió el primer local en Perú, donde los profesionales locales muestran gran interés. En el resto del mundo, una atención ligada a Dr. Simi, es de sólo dos dólares (unos $ 1.200), algo impensado en Chile, donde una consulta particular puede llegar a $ 55.000 en un clínica.

En la firma se comenta que el objetivo de la empresa es que "el servicio a las personas sea accesible".

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