Salud fiscaliza iglesia de Puerto Varas por denuncia de ruidos molestos




Una polémica que tiene enfrentados a vecinos de Puerto Varas y al párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de esa ciudad es la que pretende ser zanjada por la seremi de Salud, ante las decenas de reclamos por la emisión de música y misas por parlantes hacia el exterior.

De hecho, los residentes que colindan con la iglesia crearon el grupo de Facebook "Yo también quiero que la iglesia de Puerto Varas calle sus parlantes" para expresar su molestia, además de denunciar la situación.

La seremi de Salud de Los Lagos, Mónica Winkler, anunció que a partir de la próxima semana se realizarán nuevas mediciones en las inmediaciones de la parroquia. Winkler explicó que el reclamo de los vecinos ingresó formalmente en noviembre del año pasado. A ello se sumó una serie de correos electrónicos.

Producto de las denuncias, personal especializado de la Seremi realizó mediciones en cuatro ocasiones. La última de ellas permitió esclarecer que los audios provenientes de la iglesia superaban la norma ambiental sobre contaminación acústica, que establece un límite de 55 decibeles en el día.

Tras ello, según la autoridad, se conversó con el párroco a cargo del templo, el presbítero Guillermo López, a quien se le advirtió que estaba emitiendo ruidos molestos y se le solicitó que evitara utilizar los parlantes. En ese entonces, no se le sancionó, porque al tratarse de un recinto religioso, y que tiene actividad primordialmente de día, se entendía que la población podía ser más tolerante a los sonidos, a diferencia de lo que ocurriría si esa situación se presentara en horario nocturno.

"Si en las nuevas mediciones se advierte que esa situación se mantiene, lamentablemente se tendrán que tomar medidas más drásticas, de acuerdo con las sanciones que indica la norma", advirtió la seremi de Salud.

La norma nacional señala que la sanción más leve es la amonestación escrita. Luego de ello se pueden aplicar multas, se puede prohibir la emisión de sonidos al exterior e, incluso, clausurar un recinto.

Ante la situación, el párroco de la iglesia reaccionó con molestia. "Este no es un tema de los vecinos de la iglesia. Es tema de una sola persona y todo el resto de la gente está en contra de eso. Por eso, a nosotros no nos interesa que este tema siga creciendo, porque no vale tanto interés" indicó el religioso.

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