Sarah Brightman: "No hago diferencias entre lo clásico y lo popular"

<P>Con más de 30 millones de discos vendidos en su carrera, la soprano acaba de lanzar nuevo álbum.</P>




Tenía ocho años y aquellas imágenes en el pequeño televisor de casa tuvieron un efecto definitivo. No era un nuevo programa infantil ni una película de horror. No era publicidad de juguetes ni el anuncio de la disolución de Los Beatles. Era Neil Armstrong poniendo el primer pie en la Luna.

"Aún sigo pensando que quizás es lo más importante que me ha pasado en mi vida. Era una niña, pero ver a esos astronautas desafiando todas las convenciones posibles me hizo sacar la cabeza fuera del agua, abrir una nueva habitación en mi vida, confiar en mis propias capacidades", explica la cantante Sarah Brightman al teléfono desde Londres.

"De cierta forma, mi nuevo disco, Dreamchaser, es un retorno a esa época, una vuelta de mano a la niña que se sorprendió con aquellos hombres. Su motivación y temática principal es el cosmos, el universo. Y cuando hablo de eso no sólo me refiero a las estrellas, sino que a los seres humanos", enfatiza esta cantante y soprano identificada con el género del cross-over, aquella música que mezcla el pop y lo clásico sin vergüenza alguna.

Con inicios en el grupo disco Hot Gossip, la británica evita hacer diferencias de estilo. "No hago distinciones entre Pavarotti y una canción de una banda rock. Un buen tema de un grupo moderno puede ser un clásico de nuestra época", dice.

Sarah Brightman, de 52 años, es una de las artistas con más ventas en el ámbito clásico y cross-over, con cerca de 30 millones de copias. Sólo su disco Timeless (1997) vendió la cantidad récord de 17 millones de copias, destacando el single Time to say goodbye, cantado a dúo con Andrea Bocelli, que además sirvió de trampolín a la fama para el tenor italiano. Sobre la experiencia con el cantante no vidente, Brightman reconoce que fue una de las más importantes en su vida, aunque desearía que el término cross-over se dejara de aplicar a lo que hace: "Es simplemente horrible llamar así a un tipo determinado de música".

Con una larga experiencia en el género musical -su ex esposo Andrew Lloyd Webber creó el musical El fantasma de la ópera pensando en ella, Brightman prefiere concentrar sus actuales energías en la carrera solista. "Honestamente, creo que Dreamchaser es el disco más acabado que he hecho. Su título se refiere a una persona que va capturando sueños de un lugar a otro. El mío, por ejemplo, es ir al espacio y estoy cerca de lograrlo: me encuentro en un plan de entrenamiento dentro del programa ruso. El viaje sería a una estación espacial en el 2015", explica la cantante, que en octubre del año pasado ya había dado esta curiosa noticia a los medios internacionales. "He pasado todos los chequeos médicos. Ojalá pueda ir. Y si no, estoy contenta incluso de haber llegado hasta esta etapa".

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