Sarquis potencia negocio de aceite de oliva y lanza marca masiva
<P>En 2010, los dueños de Pesquera Itata completarán un proyecto de 1.300 hectáreas que iniciaron hace cinco años en la VII Región. La idea es llegar a producir 2,6 millones de litros en 2016, volumen que usarán para la fabricación de sus propias marcas premium y masivas, y también para las de terceros. </P>
Hace cinco años, la familia Sarquis -dueña de Pesquera Itata- decidió incursionar en nuevos negocios. Así llegó al aceite de oliva, una actividad en la que ve buenas perspectivas. Por un lado, se prepara para completar un total de 1.300 hectáreas planas plantadas de olivos en el campo que posee en la localidad de Villa Prat, ubicada en Sagrada Familia, VII Región. Por otro, está a punto de entrar al mercado con una marca de corte masivo, Kilkai, que se complementará con Aura, el nombre con que ya comercializa aceite premium en tiendas gourmet, supermercados y restoranes de la capital.
La extensión de las plantaciones sitúa a esta iniciativa entre las más grandes en el país, junto a Olisur del empresario Alfonso Swett -con dos mil hectáreas en Marchigüe (VI Región)- y al grupo español Peinsa, que posee 3.200 hectáreas en la VII Región.
Ahora, el esfuerzo de la compañía está en la producción y comercialización del aceite, cuenta Carlos Hurtado, gerente general de la agrícola Siracusa, la sociedad a través de la cual los Sarquis -encabezados por Rodrigo Sarquis, presidente de Itata- invierten en esta área. Hasta el momento, el proyecto les ha demandado US$ 30 millones, que deberían llegar a los US$ 35 millones una vez que se planten los olivos restantes (300 hectáreas este año) y se amplíe la almazara (planta de producción) que hoy tiene capacidad para 210 toneladas al día y que en 2012 llegará a 42o toneladas al día.
En 2016 todo el proyecto debería estar produciendo aceite, llegando a una cifra de 2,6 millones de litros al año. Hasta este momento, lo que han logrado es más bien marginal, puntualiza Hurtado.
La producción del año pasado, agrega, "la utilizamos para comenzar a trabajar en la imagen de marca y en la cadena de distribución", que incluye supermercados, restaurantes como el Cocoa y el Ambrosía, además de tiendas especializadas. Aura, sin embargo, ya no será su única marca. A partir de las próximas semanas, Kilkai también estará en supermercados y les permitirá, cree, competir en segmentos más masivos.
La producción para terceros es otro nicho que está explorando la compañía. Con un volumen de 640 mil litros para este año -"una cantidad mucho mayor a la proyectada", explica-, les quedará un espacio para vender a granel y para desarrollar marcas propias de algunos retailers. "Estamos en conversaciones con cadenas norteamericanas, colombianas y brasileñas", adelanta Hurtado. Experiencia previa ya tienen: la firma vende su aceite de oliva al chef neoyorquino Jim Haley, dueño de la Sullivan Street Bakery, y bajo ese mismo nombre comercializa su aceite en la Gran Manzana. "Nuestra idea es que el 40% del aceite producido sea para Aura y Kilkai y que el resto lo entreguemos a granel", afirma.
Abriendo mercados
Ahora la empresa está enfocada en abrir el mercado internacional. "Estamos en proceso de cerrar acuerdos de distribución en EEUU, el mercado más atractivo", señala. Lo mismo ocurre con Canadá y Brasil. "Han mostrado interés y estamos en conversaciones con operadores en Corea, Taiwán, Hong Kong y Vietnam", dice. Otros potenciales clientes están en Israel y Australia, cuya producción es deficitaria.
Si bien el negocio se muestra bien aspectado, Hurtado aclara que no está en los planes a corto plazo comprar más tierras. "Esperaremos posicionar nuestros productos y abrir mercados. No creo que sea necesario seguir sumando muy pronto", acota. ¿Planes a futuro? De crecer, responde, "lo haríamos en otra zona. En Villa Prat tenemos un gran paño y sería riesgoso concentrar tanto en un solo lugar".
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