Sebastián Lelio: "Mi nuevo filme debería poner a prueba nuestros límites"

<P>El director de la cinta ganadora de un Oso de Plata en Berlín 2013, acaba de rodar Una mujer fantástica, un retrato transgresor del universo femenino.</P>




Sebastián Lelio viene poco a Chile y se sorprende por cómo ha cambiado Santiago. Esa capacidad de asombro fue también el combustible que necesitó para filmar sectores del centro de la capital que son la escenografía de Una mujer fantástica, su nueva película. Es más, las calles cercanas a la Alameda, parte de Providencia o el centro cívico, funcionan como otro gran personaje en esta nueva historia de una mujer con personalidad más grande que la vida.

También cuando sale del estudio donde realiza el montaje de Una mujer fantástica, en pleno Barrio Italia, rastrea cómo ha cambiado aquel sector en los tres años que pasaron desde que se instaló en Europa. "Vivo en Berlín, pero pienso todo el día en Chile. Es una ciudad poderosa, pues todas las batallas que nosotros estamos dando, allá acabaron. Eso produce una distancia que te permite mirar de otra forma la realidad chilena", cuenta Lelio, que reside en la capital alemana desde que su película Gloria (2013) ganó el Oso de Plata a Mejor Actriz para Paulina García en el Festival de Berlín.

A fines de 2015 llegó a Chile y en poco más de dos meses filmó Una mujer fantástica, que comenzará su ruta por festivales este año. La cinta es protagonizada por Daniela Vega como Marina, una chica transexual que enfrenta la muerte de su novio, Orlando (Francisco Reyes), hombre mayor y separado. La crisis vendrá cuando Marina tenga que soportar el eventual rechazo de la familia de Orlando. Nadie la quiere ahí, pero ella no tiene intenciones de salir de la escena. Toda la trama transcurre en cuatro días y actúan también Aline Kuppenheim, Luis Gnecco y Amparo Noguera.

¿Las mujeres fuertes son sus personajes predilectos?

Me parece que el cine nació para filmar a las mujeres. No puedo dar otra explicación de por qué conecto con ellas a la hora de contar historias. No quiero sonar cliché, pero cuando hice Gloria, tuvimos la posibilidad de sintonizar con algo que estaba en el aire. La película se hacía cargo un poco de ese concepto de '¿Qué es ser mujer?' que hoy está instalado. Una mujer fantástica también es un cinta sobre la mujer, pero va mucho más allá que Gloria.

¿En qué sentido?

Porque, entre otras cosas, debería poner al espectador en la encrucijada de estar en un lugar u otro de la historia. Las preguntas en ese caso son: ¿Era legítimo el amor de Marina? ¿Está ella con él porque lo amaba o porque quería otra cosa? ¿Está en su sano juicio? Me parece que ese conflicto es interesante para hablar del Chile de hoy, donde los bordes de lo posible están más cuestionados que nunca. Es más, al sumar Chile a esta historia, todo se multiplica al cubo. Es decir, recién estamos discutiendo la ley de aborto.

¿Cómo son los personajes que ella enfrenta?

Son una colección de tipos humanos, no necesariamente conservadores, pero que creo retratan a nuestro país. Algunos son "progresistas", pero se les sale lo chileno. Por eso digo que la historia empuja nuestros límites y nos pone a prueba.

¿Era importante que la actriz Daniela Vega fuera transexual?

Por supuesto. De lo contrario no sé si hubiera hecho la película. Que ella sea una chica trans hace que nos olvidemos de cualquier teoría. Daniela no es un actor haciendo de algo, simplemente es. Detrás de toda esa maquinaria narrativa medianamente sofisticada que es la película hay alguien real: su cuerpo carga con ese pasado, con la belleza y complejidad de su vida. Esa condición crea una tensión muy especial en el contexto de la historia y del tratamiento que le damos a la trama.

¿Cómo es el tratamiento?

No es una película dolorosa ni amargada. No tiene textura de realismo social. Por el contrario, es luminosa, entretenida, casi chic, sin luz natural. Los gringos usarían la palabra flamboyance. Busco, en resumidas cuentas, rapidez y tensión, conexión con el espectáculo del cine. En ese sentido, no es de nicho y es el primer filme que hago sin cámara en mano. Nada de minimalismo. Es más, esperaría que la misma gente que tiene un buen recuerdo de Gloria también conectara con Una mujer fantástica y viviera una experiencia cinematográfica total y completa.

¿El título de la película es una ironía?

Mas que una ironía, tiene dos connotaciones. Es, claro, una mujer genial, espectacular, con la determinación que uno podría encontrar en los protagonistas de Rocky o Flashdance, pero al mismo tiempo puede ser una mujer fantasiosa o ser producto de la fantasía. Es una pregunta que dejo al espectador.

¿Qué música habrá?

Puedo decir que así como en Gloria había desde Mahler hasta Umberto Tozzi, en Una mujer fantástica habrá desde José Feliciano hasta Handel.

¿Cómo es el personaje de Francisco Reyes?

Es clave. Un hombre de clase más acomodada que Marina y que tiene clara la condición sexual de ella. Eso también lo vuelve un paria entre los suyos. Y esto a su vez los transforma en una pareja rara, algo así como dos nuevos Bonnie and Clyde, muy desquiciados.

¿Cuando rodará Disobedience, con Rachel Weisz?

En mayo voy a Londres para fijar equipos, conocer al director de casting , etc. Estamos saliendo del guión para entrar a las primeras fases de producción. No sabemos cuándo se rodará exactamente, pero la compañía Film Four tiene ganas de que sea luego.

¿Otra de mujeres?

Sí, hay roles femeninos fuertes, uno de ellos a cargo de Rachel Weisz, dentro de un triángulo de relaciones. En la trama ella retorna al lugar en que nació (en Londres), a pesar de que allí nadie la quiere.

¿Cómo es que se concretó esta colaboración?

Hace dos o tres años, Rachel Weisz vio Gloria y se contactó conmigo a través de una agente en Londres. Me mandaron la novela en que se basa la película, la leí, me gustó mucho y empezamos a trabajar. Me ha tocado estar varias veces con ella, desde que empezó la adaptación del libro de Naomi Alderman. Es una versión bastante libre, pero me atrae mucho la idea de trabajar junto a un casting de actores británicos. Que más puedo decir, es un sueño.

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