Ser cool hoy...o la venganza de los chicos buenos
<P>La rebeldía y la indiferencia están a la baja si se quiere ser cool. Hoy las habilidades blandas definen esa actitud: es bienvenido ser amable y aceptado por el grupo. Así que, si va a un bar no se apoye en la barra mirando la nada, mejor busque una mesa con unos amigos.</P>
DON DRAPER, protagonista de la serie de Mad Men, es un prospecto que calza ajustadamente a la imagen de un tipo cool que manejaría el consciente colectivo. Una persona que no se compromete demasiado con el resto y que no es amistosa ni emocional en sus andanzas en público. Un tipo de gente que si entra en un bar llama la atención de inmediato, pero que no le entrega la misma atención a los que están pendientes de él. Lo suyo es ciento por ciento actitud. Y si hoy es Don Draper antes era James Dean.
¿Cómo llegó el término cool a definir esta actitud? Todo partió en los años 30 en los clubes de jazz. Cuando el aire ya se ponía irrespirable por el humo, se abrían las puertas y ventanas para que entrara aire fresco. "Por analogía, el estilo de jazz lento y suave que era típico de la escena nocturna llegó a ser llamado 'cool'", explican Dick Pountain y David Robins en el libro Cool Rules. Anatomy of an Attitude. Más tarde, los hippies años 60 le dieron otro significado, más cercano a la indiferencia: se usaba el término para calmar los ánimos cuando se caldeaban, lo que hoy puede ser un "oye, relax". Y la cultura del hip-hop de los años 80 y 90 le cambió el perfil a la actitud transgresora y desafiante que se mantuvo hasta hoy.
Porque lo que usted imagina de ellos -de Don Draper o James Dean - es lo que definía ser cool. Así, en tiempo pasado. Si usted quiere saber qué es ser cool hoy, tiene que imaginarse a otro personaje con otras cualidades. Un tipo como Johnny Deep, por ejemplo, que si entra a un bar, sonríe, saluda al resto y así, sociable y todo, derrocha carisma. Nada que ver con la escena anterior. ¿Qué pasó con la rebeldía y la indiferencia, las características que definían la esencia de ser cool? Se quedaron en el pasado porque la definición histórica de ser cool está muy desligada de la actual. A esa conclusión llegó una investigación dirigida por Ilan Dar-Nimrod, del Centro Médico de la Universidad Rochester (EE.UU.), que desarrolló a lo largo de varios años, para la que reclutó a casi 1.000 personas que completaron un extenso cuestionario sobre los atributos, comportamientos y personas que se asocian con la actitud cool.
Fueron necesarias tres fases para llegar a una conclusión. En la primera parte, los participantes dijeron qué características definían el concepto cool. En la segunda, clasificaron esas características en dos dimensiones: actitud cool y conveniencia social. Y en la tercera, los participantes calificaron a sus amigos entre una serie de descriptores de la personalidad cool.
Los resultados sorprendieron a Dar-Nimrod, un tipo que a los 13 años asumió que quería ser cool y partió comprándose sus primeros lentes de sol (ver recuadro). "Cuando me puse a buscar lo que quería decir la gente por ser cool, pretendía encontrar la corroboración de lo que yo pensaba que era ser cool", comentó a la web de la U. de Rochester. En otras palabras: no estaba preparado para encontrar que había perdido su sentido histórico, ese que él estaba buscando con "rebeldes" actitudes.
De hecho, los conceptos que entregaron los encuestados no iban en la línea de lo que tradicionalmente se asociaba con esa actitud: rebeldía, ironía o desapego. Los participantes eligieron adjetivos como "amistoso", "competente", "a la moda" y "atractivo". La definición dominante que entregaron los encuestados apunta a una persona sencilla, casi como cualquier "hijo de vecino", comenta a La Tercera Ilan Dar-Nimrod. Su popularidad se basa ahora en que es amistoso y cálido con otros. De hecho, explica Dar-Nimrod, la gente asocia lo cool muy fuertemente con ser socialmente deseable. Tener habilidades blandas, como se les llama a esas cualidades que permiten ser aceptable para el resto. ¿Qué queda del cool de antes? El comportamiento alternativo, la propensión al comportamiento riesgoso y algo de aspereza.
La mutación de lo que entendemos por cool tiene explicación en que el concepto pasó de la cultura alternativa a la cultura popular: al concepto se le han entregado atributos positivos en la cultura popular. "Y esos son atributos genéricos, incluso aburridos", comenta Dar-Nimrod.
Así, se lee en el libro de Pountain y Robins, la actitud cool se convirtió en el remedio perfecto al siempre presente miedo de ser avergonzado: ser cool forma parte de las negociaciones sobre cómo convertirse en un individuo sin dejar de ser aceptado por el grupo. El concepto reunía la individualidad y la pertenencia con el grupo, y la tensión que se provocaba entre los dos. Hasta ahora, que ser políticamente correcto basta para ser aceptado y, al mismo tiempo, ser cool. Algo así como la venganza de los chicos buenos.
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