Shanghai lidera prueba Pisa con énfasis en los profesores y exámenes sin opción múltiple

<P>La ciudad china consiguió el primer puesto en matemáticas, lectura y ciencias. </P>




En el top 7 de las 65 economías asociadas a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), que el año pasado rindieron el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa), aparecen tres regiones chinas (Shanghai, Hong Kong y Macao) y otros cuatro países o territorios asiáticos: Singapur, Taipei, Corea del Sur y Japón. Es decir, Asia Oriental lleva una clara delantera en los mejores resultados educativos a partir de pruebas en Matemáticas, Lectura y Ciencias realizadas a más de 510 mil escolares de 15 años. Sin embargo, el lugar que se lleva todos los pergaminos es Shanghai, número uno indiscutido en estas tres categorías, con un total de 613 puntos (Chile obtuvo 423).

La brecha entre esta ciudad -la más poblada de China y con casi 24 millones de habitantes- es inmensa respecto de los otros lugares evaluados. Tanto así que, en términos concretos, Shanghai posee una ventaja de casi tres años de escolarización sobre la media de la Ocde. Esta megaurbe consiguió 613 puntos en Matemáticas (Chile 423), 570 en Lenguaje (Chile 441) y 580 en Ciencias (Chile 445). ¿Cómo lo logró?

No hay una sola fórmula que explique este logro. De hecho, los expertos se preguntan si la "fórmula Shanghai" es aplicable al resto de China o bien a otros sistemas escolares del mundo.

De todos modos, la Ocde sostiene que una de las claves es que la mayoría de los niños ha interiorizado que su rendimiento escolar tendrá mucha influencia en el futuro. Andreas Schleicher, subdirector en Educación en la Ocde, señaló en una columna publicada por CNN que si bien algunos sostienen que el éxito de Shanghai puede deberse a la mera disciplina o a la memorización de contenidos, "lo impresionante de estos alumnos no radica en cuando se les pide reproducir lo que han aprendido, sino cuando se les pide aplicar sus conocimientos de forma creativa en situaciones nuevas".

Rol docente

Schleicher pone un ejemplo muy gráfico: "Mientras el 2% de los estudiantes en EE.UU. puede conceptualizar, generalizar y utilizar las matemáticas avanzadas de forma creativa, que es lo que requiere el máximo nivel de rendimiento de la prueba Pisa, en Shanghai este porcentaje supera el 30%".

A su vez, Shanghai ha aplicado una serie de estrategias para atraer a los profesores mejor preparados, aunque para las aulas más desafiantes. A los docentes se les incentiva a perfeccionarse, reciben entrenamiento constante, son evaluados por sus pares y deben completar 240 horas de "desarrollo profesional" en cinco años. En China, los profesores son la autoridad máxima y en Shanghai los docentes llaman por teléfono a los padres de los alumnos al menos cada dos semanas para monitorear cómo están trabajando en casa.

A diferencia de otros lugares de China, en Shanghai los hijos de los inmigrantes rurales forman parte del sistema educativo. Estos representan el 21% del total.

Según la organización educacional Asia Society, Shanghai implementó una serie de cambios a su sistema educativo a partir de 1985. Así, en los test se pone a prueba la aplicación de las habilidades en la vida real y se eliminaron las respuestas de alternativa múltiple.

De todos modos, los estudiantes son sometidos a largas horas de estudio, incluyendo los fines de semana. Además, deben enfrentar la presión de sus padres, mientras que el énfasis muchas veces está puesto en los resultados más que en el "proceso educativo". Y al profesor no se le discute. También, los colegios pueden crear su propio currículo y los mejores establecimientos deben ayudar a los de menor rendimiento. La Ocde plantea que el éxito asiático tiene que ver con el hecho de que a la población se le ha convencido de tomar decisiones que valoren la educación y no el consumo. Y que los logros son producto del trabajo intenso y no de la inteligencia.

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