Si quiere adelgazar, salga con un amigo que coma poco
Si al llegar a casa luego de una comida con sus amigos resiente lo que comió y declara que habría preferido otra cosa, es posible que sin notarlo haya sucumbido a la presión de sus pares y ordenado algo que no se ajusta a su paladar, pero sí a la aprobación de sus amistades. Esto es lo que determinó la economista Brenna Ellison, de la U. de Illinois en Urbana-Champaign (EE.UU.), al analizar los pedidos y recibos de almuerzo de un restaurante en Oklahoma, EE.UU., por un período de tres meses. Según sus observaciones, si algunos de los comensales en una mesa pedían comida saludable, aun cuando no fuera del agrado de todos o algo que el resto come con regularidad, el grupo completo tendía a ordenar dentro de la misma categoría del menú y, sorprendentemente, se generaba una sensación de felicidad generalizada en la mesa. Ellison explica que "lo más interesante que vimos fue que, no importando cómo alguien se sentiera en un comienzo respecto a alguna categoría del menú, incluso si no le gustaba, este sentimiento cambiaba cuando otros ordenaban". Ahora, el secreto para comer lo que desea cuando sale fuera es sencillo: ordenar primero que todos, destaca la experta.
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