Sudán del Sur, el país más joven del mundo, enfrenta su primera gran crisis política y humanitaria
<P> Unas 500 personas han muerto desde el domingo debido a combates entre dos bandos militares.</P>
Han pasado poco más de dos años desde que la República de Sudán del Sur copara las portadas de diarios y los noticiarios de radio y televisión tras convertirse en un nuevo país. Terminaba así la guerra civil que por 22 años desangró a Sudán con más de dos millones de muertos y se coronaba el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados en 2005 entre el gobierno sudanés y el Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA), que incluían la celebración de un referendo secesionista en enero de 2011 en el sur del país, en el cual ganó el Sí. Así, el 9 de julio de aquel año nació Sudán del Sur, que actualmente se encuentra en un conflicto interno. Desde hace casi una semana, alrededor de 500 personas han muerto y otras 800 han resultado heridas debido al enfrentamiento de dos fracciones del Ejército: una partidaria del presidente Salva Kiir (de la etnia dinka) y la otra cercana al ex vicepresidente Riek Machar (de la etnia nuer).
Todo comenzó la noche del domingo cuando Kiir acusó a su contrincante político de un supuesto intento de golpe de Estado en su contra (algo que Machar desmintió) y ordenó su arresto. Esto ocurrió luego de que militares disidentes atacaran el Ministerio de Defensa y la sede del gubernamental Movimiento para la Liberación de Sudán (brazo político del SPLA). Pero quienes tenían que ejecutar la acción eran nueres. Su negativa a obedecer abrió el cisma que hoy pareciera estar sin control.
Hasta ayer, los enfrentamientos se habían esparcido desde la capital sursudanesa, Juba, a otros lugares del país, incluidas zonas vitales de producción de petróleo -como en las cercanías del norteño pueblo de Bentiu- la piedra angular de la economía de Sudán del Sur. De acuerdo con Naciones Unidas, unos 34.000 desplazados han buscado refugio en sus bases, una de las cuales (donde había mayoritariamente dinkas) fue atacada el jueves por nueres. En el asalto que duró un par de horas, fallecieron dos cascos azules indios y 20 civiles. Por su parte, la organización Human Rights Watch ha denunciado que ambos bandos están asesinando a hombres, mujeres y niños en función de su etnia. Ayer, Francia se unió a Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, en el pedido de que sus ciudadanos abandonen el país, mientras que Kiir se comprometió a evitar que la actual escalada de violencia derive en una guerra civil, siempre y cuando el bando de Machar renuncie a las intentonas de derrocamiento.
Sus palabras tuvieron lugar tras una reunión con una delegación de representantes de Etiopía, Sudán, Kenia, Uganda, Somalia y Djibouti, que intentan mediar en el conflicto.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.