Súper porno

Los sitios de entretenimiento para adultos suelen ser protagonistas de la innovación tecnológica. Ahora prueban con la realidad virtual, ofreciendo contenidos triple X en 3D que podrían revolucionar la industria.




Cuando era niña, Ela Darling se obsesionó con la realidad virtual. Los 90 llegaban a su fin y películas de ciencia ficción como TRON y Johnny Mnemonic la hicieron fascinarse con esta tecnología que, en ese entonces, no pasaba de ser un mero concepto, pero que ya ofrecía la seductora promesa de transportar al usuario a cualquier tipo de escenario recreado digitalmente. Recorrer mundos plagados de robots o presenciar cómo se construyeron las pirámides eran sólo algunas opciones al alcance de la mano. Únicamente bastaba que alguien fabricara las gafas y otros dispositivos necesarios para adentrarse en esos escenarios artificiales, pero llegó el siglo XXI y la realidad virtual seguía siendo un sueño, por lo que Darling se refugió en la lectura y los juegos de rol.

Se tituló en Sicología y Criminología en la Universidad de Texas en Dallas y luego obtuvo un magíster en Bibliotecología y Ciencias de la Información en la Universidad de Illinois. Sin embargo, algunos trabajos esporádicos como modelo de fotos eróticas la fueron cautivando cada vez más hasta que en 2009, cuando tenía 22 años, se volvió actriz porno. Filmó numerosas películas para adultos, hasta que se reencontró con su obsesión infantil y se convirtió en una de las impulsoras de una industria que crece rápidamente: la realidad virtual pornográfica.

El escenario fue la feria E3, donde se presentan las últimas novedades para la industria de los videojuegos. En 2014, uno de los expositores fue la empresa Oculus, que luego adquirió Facebook en casi dos mil millones de dólares, y que en ese entonces mostró el prototipo de su dispositivo Rift. El aparato, que empezó a distribuirse comercialmente esta semana y que podría vender un millón de unidades en 2016, es similar a un casco de piloto de combate y sus gafas despliegan escenarios 3D de realidad virtual.

Cuando Darling probó el equipo en la E3 se le vinieron a la cabeza dos preguntas: "¿cómo puedo aprovechar esta tecnología para tener sexo?" y  "¿cómo puedo usarla para que la gente me vea teniendo sexo?'". "Me di cuenta que su potencial para revolucionar la industria era alto y supe que emergería como el factor dominante en la pornografía del futuro", cuenta a Tendencias desde Estados Unidos. Por eso, publicó un aviso en el portal Reddit en el que decía que quería filmar una película triple X con realidad virtual. La respuesta vino de un grupo de universitarios, entre los que estaba James Ashfield, un estudiante de Física Cuántica y con experiencia en programación. El grupo filmó un video de prueba, y aunque el equipo de rodaje era rudimentario -un par de cámaras GoPro unidas con cinta adhesiva para generar un efecto 3D- los resultados fueron tan satisfactorios que Darling y los estudiantes se asociaron para crear VRTube.xxx, un sitio que opera desde julio y que permite usar el Oculus Rift y otros aparatos para interactuar de forma sexual y en vivo con actrices y modelos, ya sea a través de un computador o en equipos móviles.

El emprendimiento de VRTube.xxx fue replicado por numerosos portales como BaDoinkVR.com, AliceX.com, VRsexlabs.com, Virtualrealporn.com y VRBangers.com, los que operan tanto con el Oculus Rift como con los equipos Samsung Gear VR y Google Cardboard, entre otros. Todos se ciñen a dos géneros básicos: videos grabados en escenarios reales o generados digitalmente y emisiones en vivo, como las de VRTube.xxx. Cada sitio cobra membresías mensuales y anuales que van desde los 14 mil a los 60 mil pesos e, incluso, regalan gafas para promover su servicio. El caso más reciente es Pornhub.com, el mayor portal de pornografía del mundo y que cada mes recibe más de mil millones de visitantes: el 23 de marzo se convirtió en el primer sitio en ofrecer contenido virtual triple X gratuito y regaló 10 mil gafas que se agotaron en minutos.

Las cifras muestran que la apuesta de estos portales ha sido un éxito. Según la consultora SimilarWeb, el tráfico en diez de los sitios más populares de realidad virtual pornográfica creció 200 por ciento en 2015 y sólo en octubre esos portales sumaron 3,2 millones de visitas de todo el mundo. Este fenómeno incluso hizo que la feria South by Southwest (SXSW), uno de los festivales interactivos más importantes y que se realiza cada año en Austin (Estados Unidos), organizara en su edición 2016 un panel titulado "Pornografía y realidad virtual: el futuro ya llegó, ¿qué sigue ahora?".

Daniel Abramovich, presidente de VR Bangers, explica desde Estados Unidos que "esto es algo que la gente ha soñado durante bastante tiempo. ¡Imagina estar en la escena con una chica y sentir que realmente estás ahí! Antes eso se veía sólo en las películas de ciencia ficción". ¿Qué se siente usar unas gafas de realidad virtual para ver triple X? "Cuando filmamos nuestros primeros videos y me puse el casco, mi corazón latía como loco. Empecé a reír de forma casi histérica, porque cuando tu cerebro empieza a creer que estás realmente en este mundo virtual, la sensación supera cualquier cosa imaginable", recuerda el ejecutivo.

Para Ela Darling, la realidad virtual es disruptiva, porque remueve el límite tradicional de la pantalla: "Cuando alguien me ve en mi show en vivo no están viendo un video de mí en la caja de su computador, sino que una representación 3D y en 360 grados de mi dormitorio. No están revisando su teléfono o revisando Facebook mientras actúo para ellos; tengo toda su atención".

Avances y dificultades

Pese a las expectativas y la popularidad de esta tecnología, la interacción todavía no es la óptima. Abramovich explica que en los videos pregrabados, las escenas se aprecian desde el punto de vista de un actor que representa al usuario desde una posición fija, por lo que sólo se puede mirar en distintas direcciones y no es posible caminar, acercarse a la actriz o moverse alrededor de ella. Para superar esa valla, VRTube.xxx  apostó por crear los primeros hologramas para realidad virtual pornográfica: "Esta tecnología permite que el usuario vea a la modelo desde distintos ángulos, gracias a un software especial que crea un ambiente 3D y en 360° a partir de nuestra señal en vivo y que genera una versión fotorrealista de un dormitorio", dice Darling. 

Otro factor que conspira contra esta tecnología, especialmente en el mercado móvil, es el gran tamaño de los archivos. Por ejemplo, en BaDoinkVR, un video pregrabado con cámaras GoPro y que dura entre 15 y 20 minutos pesa hasta cinco gigabytes, casi lo mismo que un DVD completo. "Además, si una escena regular requiere una hora de filmación, una creada para realidad virtual necesita cuatro. Tampoco es sencillo filmar en 360° y realizar la posproducción", comenta Abramovich.

Más allá de las trabas técnicas, los estudios ya tienen pistas sobre los gustos de quienes ocupan esta tecnología. Por ejemplo, los análisis de BadoinkVR muestran que sus usuarios no quieren que el actor que los representa en pantalla haga sonidos o toque a la mujer. También piden más contacto visual y menos variedad de posiciones.

Todd Glider, presidente de BaDoink, cree que el hecho de que la realidad virtual ya pueda  simular esta intimidad con un cierto grado de realismo muestra su potencial para todo tipo de aplicaciones. "La realidad virtual puede transportarte a cualquier lugar y darte una mejor comprensión de lo que significa estar ahí. Eso podría aplicarse a seguir una campaña presidencial o presenciar la destrucción de Isis en Palmyra. Si la tecnología se emplea de forma correcta, cualquier tema puede volverse tan impresionante como una caminata en la Luna", indica.

De hecho, Darling dice que su sitio optó por las emisiones en vivo para potenciar aún más la cercanía. Por eso, los usuarios no sólo ven a las actrices, sino que también pueden hablar con ellas mediante un micrófono o vía chat y comparten preocupaciones cotidianas que poco tienen que ver con sexo. Este subgénero de la realidad virtual triple X también le ha rendido frutos a AliceX.com: sus reportes indican que quienes usan la tecnología son cuatro veces más propensos a volver al sitio y gastan seis veces más dinero que quienes ven emisiones en vivo normales. "Muchos dicen que llegan más por el lazo emocional que se genera y por la posibilidad de hablar con alguien. El show explícito juega un rol secundario", cuenta Fabian Grey, presidente de AliceX. 

En la charla de SXSW, los panelistas coincidieron en que a esta industria virtual le falta expandir su público, ya que por ahora los videos se confeccionan para hombres heterosexuales y todavía falta material para mujeres y homosexuales. Pero también hay algunos atisbos de lo que vendrá y se espera que la realidad aumentada (AR) se fusione con la realidad virtual. Esta tecnología ya opera a través de las cámaras de los celulares y permite ver figuras digitales integradas a imágenes del mundo real, por lo que se espera que los usuarios puedan ver cómo la actriz o el actor aparece en su propio dormitorio. "Si la pregunta es: '¿Quiere que una estrella porno aparezca en su habitación?', la respuesta para muchos será un rotundo 'sí", afirma Glider.

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