Suu Kyi, la Nobel de la Paz que gobernará la ex Birmania desde la sombra

<P>El partido de la líder opositora de Myanmar obtuvo un triunfo histórico en las elecciones. Pero no podrá asumir como Presidenta.</P>




La Nobel de la Paz y líder opositora, Aung San Suu Kyi, obtuvo ayer los escaños parlamentarios suficientes para decidir el próximo Presidente de la ex Birmania (actual Myanmar) y, a través de él, gobernar el país durante los próximos cinco años. La maniobra, en apariencia no muy democrática, es la solución hallada por Suu Kyi al impedimento constitucional de poder ser jefa de Estado.

La Constitución de 2008, redactada y refrendada durante la dictadura militar, impide ocupar la jefatura del Estado a cualquier candidato casado con un extranjero o con hijos de otra nacionalidad.

Suu Kyi, que sufrió en total más de 15 años de arresto domiciliario durante los regímenes militares, es viuda del profesor británico Michael Aris y sus hijos Alexander y Kim tienen pasaporte de Reino Unido.

El movimiento democrático birmano ha intentado enmendar la Constitución desde que la última junta militar traspasó el poder a un gobierno civil afín, en 2011, pero han abortado cualquier intento las Fuerzas Armadas, que tienen reservado el 25% de los escaños parlamentarios.

El actual Presidente, Thein Sein, primer ministro del régimen anterior, ha defendido esta norma constitucional al decir que estaba presente en la Carta Magna de 1947 y que Henry Kissinger tampoco pudo aspirar al Despacho Oval en la Casa Blanca por haber nacido en Alemania.

Suu Kyi nació en Rangún el 19 de junio de 1945, hija de Aung San, héroe de la independencia, y Khin Kyi.

Cuando tenía dos años, su padre fue asesinado cuando trabajaba para la independencia de Birmania, por lo que creció con su madre y dos hermanos: Aung San Lin, que falleció a los ocho años, y Aung San Oo.

A los 15 años abandonó Birmania para instalarse en India, donde su madre había sido nombrada embajadora. En los años 60, se mudó a la ciudad universitaria británica de Oxford para cursar Filosofía, Economía y Política, y allí conoció al que se convertiría en su esposo, el profesor Aris.

En los años siguientes compartió las funciones de madre y esposa con trabajos y estudios en Japón y Bután, hasta que en 1988 regresó a Birmania para cuidar de su madre enferma, quien moriría a finales de ese mismo año.

Su llegada a Rangún coincidió con las manifestaciones de miles de activistas que exigían el fin de la dictadura y reformas democráticas en un país gobernado por militares desde 1962.

Inspirada en parte por la resistencia pacifista de Mahatma Gandhi, Suu Kyi se unió pronto a las protestas y, ayudada por la aureola de su padre, se convirtió en guía espiritual de la marea democrática que exigía elecciones generales.

El régimen sacó el Ejército a las calles y sofocó la movilización a costa de unos 3.000 muertos, pero no logró acallar el clamor hasta que introdujo cambios en el gobierno y prometió elecciones generales al año siguiente.

En septiembre de 1988, Suu Kyi contribuyó a fundar la Liga Nacional para la Democracia , con la que ganó por amplia mayoría los comicios prometidos.

En 1989, Suu Kyi sufrió su primer arresto domiciliario, que le impidió participar en la campaña electoral, y los militares derrotados desacataron al año siguiente el resultado de las urnas.

La NLD pasó a la clandestinidad mientras sus candidatos elegidos en los comicios eran detenidos y encarcelados.

En 1991, Suu Kyi recibió el Premio Nobel de la Paz por su lucha pacífica por la democracia birmania, y en 1995 fue liberada del arresto domiciliario.

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