Telecomunicaciones en emergencias

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Señor director:
Situaciones extremas, como el terremoto que afectó a gran parte del país, evidenciaron que todavía falta mucho en materia de regulación y niveles de servicio de los sistemas de telecomunicaciones, especialmente frente a estas emergencias que requieren de disponibilidad y efectividad en las redes.
Primero con el terremoto y luego con el apagón, quedó demostrada la fragilidad de los servicios celulares frente a una sobredemanda de llamadas y la falta de energía por unas pocas horas. Ahora es cuando nos acordamos del teléfono fijo, que cuenta con energía autónoma y opera aun en condiciones extremas, producto de una regulación que, pese a que es muy antigua, es muy efectiva. Asimismo, recordamos los sistemas de radiocomunicaciones HF, hoy dejados de lado por nuevas tecnologías, los que representan una solución viable y efectiva para casos como el ocurrido en nuestro país.  
Si los principales organismos de asistencia y fuerzas de seguridad hubieran tenido acceso a un buen sistema de telecomunicaciones en los primeros minutos después del terremoto, es muy posible que el resultado hubiese sido muy diferente del que hoy lamentamos. Somos un país de cultura e historia sísmica y donde ocurren otros desastres naturales, condiciones que son fundamentales para la definición del plan de emergencia de un gobierno.
Quedó demostrado que deben realizarse modificaciones urgentes a los sistemas de telecomunicaciones y las regulaciones existentes de los servicios, porque, ante una eventualidad como esta, los lugares que más lo requieren quedan totalmente incomunicados, factor que, frente a una tragedia, es muy significativo.
Alfredo García Lund
Gerente general de Gallyas

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