Terremoto de Valdivia dejó 122 muertos en Japón por efectos de tsunami

<P>En 1960 no se habían desarrollado sistemas de alerta temprana. El evento dejó pérdidas por US$ 50 millones.</P>




El terremoto de 9,5 grados Richter que golpeó a Valdivia el 22 de mayo de 1960 tuvo fuertes repercusiones en la costa de Japón.

Mientras en Chile el sismo golpeó las actuales regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos -con cerca de tres mil muertos, tres mil heridos y dos millones de damnificados-, en el territorio japonés también dejó su marca.

El terremoto se desató a las 15.11 y, transcurridas entre 21 y 22 horas desde el movimiento telúrico, olas de hasta 6,4 metros comenzaron a azotar la costa nipona. La primera llegó cerca de las 4.45, mientras la mayoría de la población dormía.

Las olas arrasaron con las viviendas. Los trozos de madera flotando fueron mortales para parte de la población, sorprendida por lo que estaba sucediendo.

El oleaje se mantuvo alto por cerca de tres horas y golpeó a la localidad de Onagawa, ubicada al norte del archipiélago nipón. También afectó a la zona sur y luego subió por la costa este, hasta la localidad costera de Miyako, donde se generaron crecidas de mar de hasta tres metros.

Según las cifras de la época, el tsunami mató a 122 personas. Muchos lograron salvarse en Onagawa, porque se dirigieron a zonas altas del litoral, tras ser alertadas por el bombero Kimura Kunio, quien vio desde la torre de la bahía un movimiento inusual en el agua, según reportes de la época, consignados en un documento del Servicio Geológico Norteamericano (USGS).

Inicio de las alertas

De acuerdo con el director del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, muchas muertes podrían haberse evitado si en la época se hubiese implementado un sistema de alerta temprana.

"Los primeros sistemas de alertas se generaron a partir del terremoto del 1 de abril de 1946, en las islas Aleutianas, que fue un movimiento muy importante que también afectó Hawai", explica el experto en sismología.

Barrientos agrega que "desde el terremoto de 1960 se generó la necesidad de desarrollar tecnologías de este tipo, como el Pacific Tsunami Warning Center hasta lo que tenemos hoy, que tiene un nivel bastante avanzado".

Otras localidades japonesas que fueron azotadas por las olas fueron Rikuchu y Mutsu. En ambas las olas alcanzaron alturas de 6,3 metros.

Según estimaciones de la época, el tsunami que golpeó Japón dejó pérdidas avaluadas por US$ 50 millones, entre viviendas e infraestructura destruida.

En la localidad de Miyako, la población vinculó lo sucedido con el tsunami de Cascadia, ocurrido en 1700, tras un terremoto de 8,5 grados Richter. En ese evento, los habitantes también subieron a las zonas altas. En esa época el maremoto destruyó 13 viviendas.

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