Test drive Suzuki Alto 800: un compacto para romper los prejuicios

<P>La marca importada por Derco acaba de renovar su emblemático modelo de entrada, que mejora casi todo lo que era posible arreglar, sin sacrificar su accesible precio.</P>




La posibilidad de hacer una prueba de manejo de un modelo pequeño, sencillo y humilde, cuyo foco es ser el primer auto de la vida de una persona y donde lo más relevante es el precio, pone a prueba todos nuestros prejuicios. Y la gracia es que a veces uno se encuentra con sorpresas inesperadas, que nos hacen reconocer nuestro error de juzgar por anticipado.

Esto nos ocurrió con el nuevo Suzuki Alto 800 que Derco acaba de lanzar en el país, un modelo con 35 años de historia, fabricado en la India, y que representa como ningún otro el alma del negocio de la marca: hacer autos compactos, confiables y de calidad.

El modelo de Suzuki tiene menos de cuatro metros de largo, equipa un motor tricilíndrico de 800 cc con apenas 47 caballos de fuerza, y ofrece un equipamiento que se veía insuficiente como para hacer agradable un viaje hacia la costa, que era la propuesta de la marca.

Los prejuicios se acentuaron con el precio del nuevo Alto 800, por debajo de los cuatro millones de pesos, salvo por la versión "full", que apenas los superaba.

Dicho esto, nos subimos al auto y la sorpresa fue instantánea: por ese precio se espera una calidad constructiva discretísima y con materiales más propios de juguetes baratos que de un auto. Pero lo que Suzuki propone con este nuevo Alto 800 es un habitáculo espartano, sencillo si se prefiere, pero que no muestra signos de mala calidad por ninguna parte. No hay malos plásticos ni terminaciones mal acabadas, ni tampoco cierto afán arribista de intentar parecer mejor de lo que realmente es.

Luego están los asientos, cómodos incluso para viajar a la playa por dos horas. No son como un mullido sofá, pero el trayecto se aguanta bien, el cuerpo va bien ajustado y el espacio disponible atrás es tan sorprendente como el silencio que reina en el habitáculo, algo raro en un segmento donde los ruidos del viento, del motor y de la rodadura están tan presentes como la música de la radio.

La versión tope de gama incluye bastante equipamiento si se piensa en que vale $ 4,09 millones. Una radio Sony con lector de CD y MP3, cierre centralizado, vidrios delanteros eléctricos y aire acondicionado. Y todo funciona bien. Claro, no tiene ni airbags ni ABS, pero por ese precio quién los pide.

Pero lo que impresiona más es la forma en que el Alto 800 se desenvuelve dinámicamente. Se sabe que un auto de este tamaño y con menos de 800 kilos de peso suele moverse bien en espacios estrechos, y en las callejuelas de Valparaíso lo demostró con creces. Ahora, con sólo 47 caballos era esperable que fallara estrepitosamente en trepar los hermosos cerros.

Error: el auto no sólo sube sin problemas en segunda y hasta en tercera marcha, con tres adultos arriba, sino que, además, en carretera y a 120 km/h se mostraba pujante y seguro de conducción, salvo por algún ocasional movimiento de carrocería al adelantar un camión. El costo del bajo peso.

En resumen, un auto que ofrece más de lo que se paga por él.

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