Tiempo de vacas gordas para los Traperos de Emaús

<P>La organización se encarga de recolectar lo que otros dan de baja, especialmente en el sector oriente. Aunque funcionan todo el año, el ambiente navideño dispara los llamados. </P>




eonor López recuerda que su abuela entregaba ropa a los Traperos de Emaús durante la Navidad. De ahí viene la tradición. Aunque Leonor solía donar varios artículos durante el año, reconoce que desde 2009 lo hace específicamente a fines de diciembre. "Llamo por teléfono y ellos vienen a retirar las cosas en una camioneta. La última vez doné ropa y unas tablas, que servían para armar una repisa", explica. "Ellos me dijeron que hacen recorridos especiales en determinadas fechas y por eso junté ropa y la doné ahora en estos días tan importantes", agrega.

Como Leonor, son cientas las personas en Santiago que recurren a los Traperos de Emaús para dar de baja artículos en desuso. En Santiago, el movimiento nació en los años 60, inspirado en la obra creada por el sacerdote y político francés Abbé Pierre en la París de posguerra y que está presente en 20 países.

Esta organización solidaria se preocupa de ir a recogerlos a las casas y reutilizarlos. La mayoría de las veces retiran ropa, pero también recogen electrodomésticos, muebles, libros, loza... Además, junto a una asistente social, se encargan de distribuirlos entre las personas que más los necesitan, en comunas populares.

"No apelamos al corazón de la gente, sino a la razón. No recolectamos lo que no se usa, sino lo que puede servirles a otros", comenta Manuel Peralta, uno de los directores de la organización.

Los Traperos tiene dos sedes en Santiago: una en San Bernardo y otra en Pudahuel. En cada una trabajan 40 personas que operan cuatro camiones recolectores. La sede de calle San Luis, en Pudahuel, cubre desde la comuna de San Joaquín hacia el norte, mientras que la otra revisa el resto de la ciudad.

En una temporada regular, las visitas de los Traperos se programan semanalmente a través de tres camionetas. Cuando se acerca la Navidad, las salidas se multiplican. "El jueves, por ejemplo, un camión recorrió durante todo el día la comuna de Ñuñoa, y recibíamos llamados solicitando retiros y no dábamos abasto", cuenta Manuel Peralta.

"En estas fechas tenemos problemas, pues la gente que llama se enoja cuando les decimos que no podemos ir y ahora estamos viendo fechas para enero. No tenemos posibilidades de ir a todos lados, pues incluso estamos operando con cuatro camiones", comenta Nadia Cristaldo, quien trabaja en la sede de San Bernardo. "A fin de año la gente comienza a hacer limpieza, a botar cosas que ya no necesita. Además, hay un afán de cooperar y también, después de Navidad, muchas personas reciben cosas nuevas", agrega.

En noviembre pasado, las comunas que más donaciones realizaron fueron Las Condes, con un 23,3%; Providencia, con un 14,5%, y Santiago, con un 10,7%.

"Una vez los llamé para retirar unas cosas, entre ellas, un refrigerador. Fueron y no estaba. La segunda vez no pudieron estacionar la camioneta, y a la tercera vez se lo llevaron. Fueron amables, son personas muy serviciales", cuenta Luis Morales, vecino de la comuna de Santiago.

El proceso de acopio de los Traperos de Emaús en Chile tiene dos etapas. La primera de ellas consiste en la recolección de elementos que los vecinos quieren donar. Luego, cuando llegan a la sede, son catalogados según el uso que presentan. Depende de su estado, si son vendidos, arreglados, donados u ofrecidos al por mayor. Esta última etapa es la que presenta mayores inconvenientes, pues muchas veces reciben cosas que son imposibles de arreglar y que terminan por convertirse en chatarra. Manuel Peralta señala que este es un problema para ellos, pues "cerca del 70% de las cosas que recibimos no presentan ninguna utilidad y en Chile no existe una política de reutilización, además, reciclar desechos tiene un costo muy alto".

El resto, el 30% útil de las donaciones, pasa al Bazar de los Traperos de Emaús, donde son vendidos al público en general. Asimismo, un porcentaje de todo lo recolectado es destindado a donaciones que solicitan asistentes sociales para personas en extrema necesidad.

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