Títulos y embarazo adolescente
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El reportaje sobre el embarazo adolescente, publicado en la primera edición de La Tercera con el título "Andacollo sin vírgenes" (27-03-2011), lo considera el abogado Pedro Guerra un juego de palabras llamativo, por la vocación religiosa de esa comuna.
Pero, a renglón seguido, afirma que es un desagradable golpe para quienes prefieren La Tercera por ser "progresista, al menos en comparación con su competidor más cercano", porque el titular "refrenda una posición sexista, según la cual la virginidad es un valor, una virtud que las mujeres deben conservar hasta cierto momento de sus vidas y entregarla, casi como un regalo, a un determinado varón, considerándose por ende negativo que no lo hagan".
Hila fino el lector y entra en un terreno discutible, porque también es factible calificar como machista la censura de una mujer porque opta por la virginidad, cualquiera sea su motivación. Es una opción personal.
En todo caso, el titular cuestionado se reemplazó en la segunda edición por "Andacollo, capital del embarazo adolescente", al considerar el editor nacional que tiene un enfoque más informativo y que hace "alusión al alto porcentaje que respecto de este tema presenta esa comuna".
Aunque tardío, se hizo bien, pues el primer título se prestaba para un equívoco, por la veneración que existe en Andacollo a la Virgen del Rosario -culto que se remonta al siglo XVII y que cada mes de diciembre convoca a una multitudinaria fiesta-, y sobre cualquier creencia religiosa debe existir respeto, un juego de palabras puede ofender a los creyentes y, por lo tanto, se debe excluir la burla o el menosprecio en su tratamiento.
El lector añade que la bajada del reportaje reafirma el "sesgo machista", al destacar que "a los 16 años, sus jóvenes han tenido al menos cuatro parejas sexuales", en circunstancia que en el texto ese dato es la opinión de la matrona del hospital, la que declara tener "pacientes de 16 años y ya han tenido relaciones con cuatro o cinco parejas". A su juicio, hay una falta de coincidencia entre lo que se destaca como un dato objetivo y de fuente fidedigna, con lo que en el texto es sólo una "impresión".
Sobre este asunto, consultado el editor, precisa que la frase completa es: "En el hospital local dicen que, a los 16 años, sus jóvenes han tenido al menos cuatro parejas sexuales". Es decir, se hace referencia a una fuente concreta, no se presenta como un dato objetivo, sino como una apreciación de quien atiende pacientes en el citado recinto. Desde ese punto de vista, agrega, "no hubo la intención de hacer parecer ese dato como un número generado en un estudio de salud pública, dado que lo planteado en la bajada está en coincidencia con lo afirmado en la nota".
Sobre este aspecto es destacable que de las tres muchachas entrevistadas que aparecen en el reportaje, sólo una confiesa que "sí había tenido relaciones sexuales con… dos antes", pero cuenta que de su actual pareja se embarazó en… Antofagasta. De las otras dos jóvenes se informa que conviven con los papás de sus hijos.
Indica el lector que el verdadero problema en Andacollo es la ausencia de una cultura de la prevención y educación sexual, y no la castidad de las muchachas. Plantearlo como se establece en el reportaje afirma que es "convalidar predicamentos machistas que, como lector, supongo que este diario no desea perpetuar". Sin embargo, hay opiniones que frente a esta realidad proponen la abstinencia sexual, lo cual es otra opinión respetable.
Sobre educación sexual, sólo se mencionan en la crónica las conversaciones que la jefa del Servicio Materno Infantil del Hospital de esa comuna tiene los sábados con jóvenes que asisten a una clínica adolescente. No hay antecedentes de qué sucede sobre la materia en las siete escuelas y en el único liceo del lugar. Pero, sobre las causas del alto porcentaje de embarazo adolescente en Andacollo, distintas personas entregan su diagnóstico.
Este debate se valora, porque aporta puntos de vista sobre un problema social, cuyo origen y solución no se limitan a la existencia o falta de educación sexual, la que siempre es necesaria, sino que también es producto, como indica el reportaje, de la carencia de posibilidades de estudio, trabajo y de oportunidades para que las jóvenes de Andacollo crezcan integralmente.
* El Representante del Lector acoge críticas y objeciones a los contenidos del diario. Escriba a lector@latercera.com
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