Todos los ojos puestos en la propuesta de Mario Draghi
<P>Se espera que el BCE anuncie un nuevo programa de compra de bonos para ayudar a las economías en problemas.</P>
Lo único seguro respecto al resultado de mañana en la reunión mensual del Banco Central Europeo (BCE) es que cada palabra que pronuncie su presidente, Mario Draghi, será examinada en forma más minuciosa que de costumbre.
Los economistas están divididos respecto a si el consejo de gobierno de 22 miembros del BCE rebajará su tasa principal de 0,75%. El centro de la atención se dirige a lo que Draghi dirá -y a lo que omitirá- respecto de la propuesta del banco de un nuevo programa de compra de bonos.
A medida que las tensiones entre las economías de la eurozona, con amplias diferencias en sus tipos de interés, se han hecho evidentes, el BCE ha comenzado a estar bajo la presión creciente de países como España e Italia para que intervenga, a la vez que se enfrenta al llamado del Bundesbank alemán y otros organismos para que se mantenga fiel a su objetivo principal, de garantizar estabilidad en los precios.
"Los mercados están fijando precios ante la eventualidad de un colapso de la eurozona", dijo ayer Jörg Asmussen, un alemán que integra el comité ejecutivo del BCE. "En una unión monetaria, tales dudas sistémicas no son aceptables".
El presidente de Francia François Hollande y el líder de Italia aumentaron la presión sobre el BCE para que ayude a bajar los elevados rendimientos de los bonos. "El rol de aquellas instituciones involucradas en la eurozona es intervenir, especialmente el Banco Central Europeo", dijo ayer Hollande durante una visita a Roma.
Pero una de las muchas preguntas que enfrenta Draghi y el banco es cómo determinar qué parte de la prima del diferencial de los bonos es provocado por el temor de una ruptura de la eurozona y cuál refleja diferentes grados de solvencia.
El BCE ya ha comprado antes bonos soberanos en el mercado secundario, bajo el denominado programa para mercado de valores, que compró 210 mil millones de euros en deuda insolvente de la eurozona desde el 2010 hasta que fue congelado a comienzos de este año. Pero es programa siempre fue temporary y limitado, mientras que ahora Draghi se ha comprometido a hacer "lo que sea necesario" para salvar el euro.
El encuentro de mañana podría ser el "más innovador" en la historia del BCE, dijo el economista de ING Carsten Brzeski. "Para algunos, el nuevo plan marca el fin de la doctrina de (meta inflacionaria) del Bundesbank", dijo. "Para otros, es un mal necesario para calmar la crisis."
Draghi argumenta que el aumento de las tasas de interés en los llamados países periféricos muestra que el "mecanismo de transmisión" que alimenta las decisiones del Banco Central Europeo respecto de los tipos de interés esta dañado y necesita ser reparado y (un argumento que define cualquier acción del BCE dentro de la esfera de su mandato).
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