Tom Araya, de Slayer: "Tocar en Viña será muy especial"
Tomás Enrique Araya Díaz (49) podría apelar a una imagen emotiva o a un recuerdo populista para reverenciar a Viña del Mar, la ciudad donde nació el 6 de junio de 1961 y que dejó cinco años después, para partir a EE.UU. Pero el cantante y bajista de Slayer sabe poco y nada del lugar -"no me acuerdo de mucho", se justifica- y recurre a la postal más plástica con que cualquier chileno podría asociar a la Ciudad Jardín: "Sé que cada año se hace ahí el famoso festival de música y es un honor tocar en ese mismo lugar. Es un evento masivo, aunque presentarme en Viña también será muy especial, porque fue donde nací", expresa, al teléfono desde Texas.
Aunque en 2006 aprovechó una visita con su grupo a Santiago para ir hasta la V Región a ver a su hermana -uno de sus últimos familiares que queda en el lugar-, el artista nunca ha tocado en su ciudad de origen. Hasta ahora: como parte de su World painted blood tour, Slayer se presentará mañana en el Movistar Arena y este viernes 3, en Viña. De hecho, la alcaldesa Virginia Reginato, fanática confesa de Roberto Carlos, lo declarará hijo ilustre.
Pero Araya tiene otras preocupaciones. Por ejemplo, no vendrán con el guitarrista y fundador, Jeff Hanneman, aún enfermo debido a una picadura de araña. "Se está recuperando, pero estuvo entre la vida y la muerte", recalca Araya. El mismo viene tras una grave lesión a la espalda, que amenazó con un largo retiro de escena. El vocalista responde: "Estoy bien, pero me prohibieron mover la cabeza con fuerza". A cambio, promete un show que mezclará temas de su último disco con himnos de la banda más alineada con el thrash metal más tradicional y agresivo.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.