Torrente, la serie de comedias más popular de España, llega a Chile
<P>Santiago Segura, su creador, explica la universalidad del torpe detective madrileño.</P>
Guarro se le dice en España al tipo sin modales, de lengua sucia, procedimientos amorales y tendencia a flirtear sin tener los pies en la tierra. Este ejemplar miserable mueve a la risa y la rabia en medidas similares, y desde hace 13 años tiene un representante cinematográfico ejemplar: Torrente, el detective de la serie de películas homónimas que dirige y actúa Santiago Segura.
Cada una de las cintas ha batido récords de exhibición en España y en Chile el personaje era conocido sólo a través de las emisiones de las películas en la TV por cable.
Próximamente, sin embargo, arribará a salas la cuarta parte de la serie, Torrente: crisis letal. Lo hará en el marco del Festival de Cine de Santiago (Sanfic), que va del 19 al 27 de agosto, pero en las mismas fechas también se estrenará comercialmente. Tal como lo hizo en Argentina en abril, Santiago Segura vendrá a promocionar la nueva secuela de su saga de cutres (mediocres, en lengua castiza), apostando al público que ya conoce al personaje y a la audiencia que conectará con este investigador al margen de la ley.
Misógino, machista, racista, anticomunista, nostálgico del franquismo, alcohólico y leal hasta los tuétanos del Atlético de Madrid, Torrente tiene al menos una causa justa que dice defender: la patria. El tono de comedia de la serie ha humanizado a un personaje que de chambonada en chambonada termina siendo carismático en su incorrección.
Para Santiago Segura, su creador, José Luis Torrente tiene de despreciable sólo lo que muchos humanos muestran día a día. "Quisiera pensar que controlamos los conatos de torrentismo que se puedan encontrar en nuestro ADN, pero lo cierto es que es un personaje terriblemente humano, un desastre humano", dice desde Madrid.
La cuarta parte de la serie es la más cara y fue realizada en 3D, el primero en ese formato rodado en España. Es una de las películas más taquilleras del año en su paìs , con una recaudación de 30 millones de dólares.
"Para mí, el matrimonio entre Torrente y el 3D es una cuestión circense. Pero creo que finalmente le ayuda a un personaje tan primitivo contar con los últimos avances para contar sus aventuras. Es un contraste surrealista", dice Segura.
En Torrente 4 , el protagonista es presa de una trampa, cae preso y busca luego fugarse de la cárcel por todos los medios. Esa trama le sirve a Segura para darse una nueva vuelta por las taras de la sociedad española y de un país en crisis económica. El humor funciona mejor que en Torrente 3, aunque el director y actor es cauto: "No tengo la piedra filosofal de la comedia. Hasta ahora he sido muy afortunado, pero tiemblo pensando en el día que a nadie le parezca gracioso lo que sí me parece a mí".
Sobre el origen de su personaje, que será objeto de un remake en Hollywood, teoriza: "Nace de la observación y de cómo pueden ser lamentables actitudes fuera de contexto. Torrente es un miserable castizo, pero el hecho de que se haya vendido a tantos país demuestra que es una 'miserabilidad' universal".
Para muestra, unas líneas del primitivo personaje: "Los maricones se casan. Los socialistas arruinaron a España. Y en la Casa Blanca han puesto a un negro. No para limpiar, sino como presidente. Eso sí, el año pasado ganamos el Mundial. Pero no importa: eran casi todos del Barsa."
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