Trabajos de Arcade Fire y Johnny Cash lideran la irrupción del videoclip interactivo

<P>Una revolucionaria pieza del grupo canadiense energizó el género, que hoy sabe de más proyectos.</P>




Si alguna vez la frase "estética de videoclip" fue sinónimo de algo negativo -por ejemplo, para enrostrarle a una película u obra audiovisual supuestamente seria sus caprichos formales-, hoy en día aquella acepción no puede sonar más obsoleta. Primero, porque desconoce que los clips dejaron de ser variaciones sobre una misma idea (es decir, no hay una, si no muchas estéticas de videoclip); y segundo, porque este arte "menor" está demostrando que por él circulan ambiciones mayores, capaces de cristalizarse en ideas de avanzada, que otras disciplinas deben apurarse en incorporar para poder estar al día (basta con ver los últimos trabajos de Radiohead, los docuclips de Vincent Moon o un video al azar de Beck o Björk).

La última idea que ha venido a permear el mundo de los videos musicales es la interactividad, con el rol que se le da al usuario en la creación y ejecución de una pieza. Pese a que hace años esa práctica coquetea con el género, recién esta temporada parece haber despegado lo suficiente como para hablar sobre el inicio de una nueva era para el formato. El principal culpable es el artista Chris Milk, quien, con la ayuda de Google, lanzó en agosto pasado un promocional para Arcade Fire (probablemente la banda más significativa del nuevo siglo) que no tiene parangón en la historia de este arte.

Lo revolucionario de The wildernes downtown -como se titula el filme interactivo que pone en imágenes a la melancólica We used to wait (disponible en www.thewildernessdowntown.com)- tuvo que ver, por un lado, con cómo exprimió las posibilidades del navegador utilizando un nuevo lenguaje de programación (HTML5), que permite que el video se desarrolle en varias ventanas, capaces de abrir y cerrarse con autonomía y de interactuar entre sí; y, por otra parte, con cómo logró conectar con la historia emocional de los usuarios, valiéndose de los sistemas Google Maps y Google Street View para que el relato transcurriera en el barrio de infancia de cada espectador.

El mismo director, quien antes destacó con obras para Kanye West, U2 y Chemical Brothers, acaba de lanzar un video para Johnny Cash que, aunque a su modo, camina por una senda similar. Es el resultado parcial de The Johnny Cash project, trabajo de arte digital colaborativo, donde miles de fanáticos rinden tributo al cantante interviniendo y transformando cuadros de un filme hecho en base a material de archivo y pensado para acompañar a Ain't no grave, canción extraída del álbum póstumo American VI.

El proyecto, activo y en constante transformación en www.thejohnnycashproject.com, fue consolidado en un clip donde se muestran los resultados a la fecha (www.vimeo. com/ 15 41 6 7 62), con ilustraciones de más de 250 mil personas, provenientes de 172 países, que ponen en movimiento la figura del cantante. Antes de iniciarse el video, varios usuarios revelan a la cámara lo importante que fue para ellos la música del Hombre de Negro y el significado de haber colaborado en este inédito proyecto.

"Es un testimonio visual de cómo Cash vive, no solo a través de su vasto legado musical, sino también en los corazones y mentes de todos los que alrededor del mundo hemos sido tocados con su talento, pasión y espíritu indomable", ha escrito en la web el director sobre un trabajo que hace poco ganó el Innovation Award de los UK Music Video Awards, uno de los premios más gravitantes de la industria.

Otras variantes

Aunque estén lejos del componente afectivo exhibido por los trabajos de Arcade Fire y Johnny Cash, el resto de videos del último tiempo, susceptibles de vestir la etiqueta de interactivos, no deja de despertar interés y ser atractivos. Uno de los más particulares es el de la cantante estadounidense Lissie para su single Cuckoo (http://www.lissie.com/weather/). Antes de que comience, una aplicación pide seleccionar la ciudad donde está la persona, detectando el tiempo y la temperatura exacta del momento. Luego, Lissie y y su banda interpretan la canción experimentando las mismas condiciones climáticas que el expectador vive en ese instante. Por ejemplo, si llueve, los músicos se mojan; si hay sol, visten ropa ligera.

Un recurso que se ha vuelto común es el de dejar que el usuario decida qué pistas de la canción escuchar durante el video. Pero la idea fue llevada a otro nivel por el fotógrafo y cineasta Sam Jones (el mismo del documental I am trying to break your heart, de Wilco) al momento de crear un promocional para la canción I've seen enough, de la banda indie californiana Cold War Kids. En él (www. coldwar kids.com/iveseenenough), el espectador va participando de una suerte de remix audiovisual, eligiendo el estilo y también la actitud con la cual cada integrante de la banda interpreta el tema. Puede elegirse entre indie rock, acústico, dance, reggae, o una combinación de aquellos géneros. La experiencia puede llegar a ser tan lúdica como hilarante.

La animación en flash es otro recurso frecuente y fue la elegida por Broken Bells para ilustrar su último su single, October (http:// www.brokenbells.com ). La banda formada por Danger Mouse y James Mercer, líder de The Shins, optó por un trabajo donde el espectador controla una suerte de psicodélico viaje espacial, con figuras geométricas y personajes de colores. Cada usuario experimenta un recorrido único, que puede ser guardado al finalizar la canción, para ser compartido con otros cibernautas. Una interacción similar había mostrado Placebo la temporada pasada con el trabajo hecho para su sencillo The never-ending why (http: //theneverendingwhy.placeboworld.co.uk).

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