Tres razones para recorrer el Valle de Aconcagua
<P>Excelentes vinos, comida sabrosa como pocas y un patrimonio cultural y arquitectónico poco difundido nos invitan a visitar por el día este valle tan cercano a la capital. Una excursión para realizar en familia y de la que no se arrepentirá. </P>
Este importante valle vitivinícola está ubicado 100 km al norte de Santiago. De rápida y expedita conexión (Ruta 5 Norte o la Gral. San Martín), debe su nombre al monte Aconcagua, que con sus 6.962 m es llamado "el techo de América". Su historia vitivinícola partió en 1870, cuando Maximiano Errázuriz (empresario, diputado y senador), se traslada a la zona de Panquehue para plantar viñedos, un acto que ahora puede sonar común, pero que para la época era una verdadera aventura, considerando la falta de caminos, pero por sobre todo, de infraestructura para riego, imprescindible en la producción de vino de calidad. Hoy, sus vinos tintos son reconocidos a nivel mundial.
Bodegas y viñedos
Como punto de partida, visite Viña Errázuriz ubicada en Panquehue. Es, sin dudas, la más importante tanto en superficie plantada como por la calidad de sus vinos, dedicada casi exclusivamente a la producción de vinos de exportación, resulta una buena instancia para conocer el proceso de elaboración. Cuenta con entretenidos tours por bodegas, viñedos y degustaciones (lunes a sábado, reserva previa, www.errazuriz.cl).
Siguiendo el recorrido, como segunda estación visite la Viña Sánchez de Loria, es de 1890 y acá el concepto es diferente. Es una viña familiar, cuya filosfía es la producción artesanal, cuenta con tours guiados por instalaciones y viñedos, degustación, pero lo que marca la diferencia es que usted puede ser parte de la vendimia cosechando la uva (entre marzo y mayo). Eso sí, a levantarse temprano, ya que la cosecha parte entre las 7 y 8 de la mañana y podrá disfrutar, además, de un gran desayuno campestre para reponer energías (www.sanchezdeloria.cl). Otras bodegas interesantes son la Viña Mendoza, en el sector El Almendral, donde podrá ver los viñedos y el proceso de elaboración, la Viña El Almendral (camino La Troya 300, sector Almendral), que se caracteriza por la producción de vino añejo, chicha y licor de uva. Por último, en la comuna de San Esteban está la Viña San Esteban, orientada a la producción de vino de exportación. Su particularidad radica en que sus viñedos se encumbran sobre los cerros que rodean la bodega y en la ribera misma del río Aconcagua.
Sabores campesinos
La oferta gastronómica del valle de Aconcagua es muy variada. Un lugar donde la tradición y el ambiente campesino se palpan al ingresar, ya sea por sus aromas, decoración o por su piso de tierra característico, es el restaurante La Ruca, en Curimón, y que lleva más de 50 años abierto. Pruebe las cazuelas, el pastel de choclo o el plato "La Ruca" (arrollado, chuleta, pernil y papas cocidas) muy contundente y apetecido (teléfono 34-531033). Otro, ubicado en San Felipe (en el sector Quebrada de Herrera) es Puro Campo, rodeado de naturaleza, animales de granja y avestruces, juegos para niños, además de variadas actividades para el adulto como canopy, piscina temperada, baile entretenido, clases de pan amasado, etc. (www.purocampo.cl). En cambio, Piedras del Molino (teléf. 34-536549) es como regresar un par de décadas al pasado. Está ubicado en el sector de El Almendral (frente a la viña Mendoza) y suele sorprender desde la entrada: se ingresa por una pequeña puerta y, bajando un par de escalones, nos topamos con los comedores, un fogón central y los hornos de barro, el piso es de tierra y la decoración rústica. Pruebe la cazuela de ave nogada y las empanadas de horno.
Casera por donde lo miren, La Bodeguita de Muñoz -en el sector de Lo Calvo, comuna de San Esteban-, y atendida por sus dueños, es un lugar de dos ambientes: un comedor y el patio debajo del parrón. Aquí sobresalen la pierna asada con papas cocidas y las empanadas de horno, además de la simpatía y cordialidad en la atención. Pruebe el vino de la casa vinificado, por don Juan.
Sitios de interés
Lugares interesantes en el valle para conocer existen muchos, llenos de historia y tradición. La Iglesia El Almendral, inaugurada en 1876 y declarada Monumento Nacional junto con su convento, cuenta con una sala de exposición artística, además, lugar de venta de artesanías, mermeladas y licores artesanales. En la comuna de Putaendo, más específicamente en el cerro La Cruz, se ubica el Santo Cristo de madera hecho en 1935 por el escultor religioso alemán Peter Horn, a partir de un enorme pino de 25 m caído durante un temporal. Es visitado durante todo el año, pero especialmente en Semana Santa, ya que cuenta con varias estaciones que representan el Vía Crucis.
Un museo al aire libre es el Parque escultórico cementerio de carretas, ubicado al norte de Putaendo, sitio creado para albergar todo tipo de carretas que cumplieron su vida útil y que se les rinde homenaje como objetos que ayudaron a forjar la identidad del Valle de Aconcagua, además diversos escultores han dejado sus obras en este lugar, enriqueciendo aún más este parque de 15 hectáreas. La plaza de Putaendo con su entorno es otro sitio muy recomendable para conocer, busque en una esquina de la plaza el árbol donde amarró su caballo don José de San Martín durante la Independencia e inmortalice el momento con una foto. Si quiere descansar y reponer energías, las Termas de Jahuel y las Termas del Corazón son el sitio ideal para ello.
(Agradecimientos: Ricardo Llancamán, administración de Negocios de la Industria del Vino. I.P. Culinary)
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